El 22 de octubre partió desde Ezeiza un vuelo humanitario con 11 toneladas de ayuda que recolectaron las comunidades armenias de Argentina para la población armenia desplazada por la fuerza del Artsaj (Nagorno Karabaj) tras el ataque de Azerbaiyan del 19 y 20 de septiembre de este año.

Por pedido de la agencia Cascos Blancos, el reconocido piloto argentino Enrique Piñeyro llevó el cargamento destinado a las 130 mil personas desplazadas que necesitan ayuda, principalmente ropa y abrigo. El viaje humanitario fue comandado por el vecino de San Andrés de Giles Mauro Vivas, quien trabaja como Director de Operaciones y Logística en la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria Cascos Blancos.

Tanto Piñeyro, como Mauro Vivas y el equipo que viajó, fueron protagonistas de un viaje épíco: el vuelo humanitario es el primero que cubrió en forma directa los 13 mil kilómetros que hay entre Buenos Aires y Erevan, la capital Armenia. El vuelo tardó en total 15 horas, y se organizó en pocos días. La inminencia del invierno apuró la emergencia, ya que cuando llegue el frio de las montañas de Armenia la temperatura rondará los quince grados bajo cero y se necesitaran calefactores, abrigo, frazadas, todo aquello que las familias en la huida dejaron atrás.

El primer llamado lo hizo la cancillería argentina, a cargo de Santiago Cafiero, quien habló con el embajador Armenio en Buenos Aires y le ofreció un operativo de ayuda humanitaria, que fue aceptado. Luego entró en escena Cascos Blancos, la agencia de la cancillería a cargo de las labores humanitarias, dirigida por Sabina Frederic. Se contactaron con las organizaciones armenias locales (agrupadas en IARA -Instituciones Armenias de la República argentina-), y en tan solo dos semanas se juntaron 11 toneladas de donaciones conformadas justamente por ropa de abrigo, ropa infantil, mantas y frazadas, caloventores y calzados.

En diálogo con Infociudad, Mauro Vivas nos contó en detalles su viaje. Todavía en Armenia, nos comunicamos telefónicamente para conocer cómo es el trabajo que están llevando adelante y cómo se vive el conflicto estando allí.

Infociudad: ¿Cómo es el trabajo de Cascos Blancos?

Mauro Vivas: Cascos Blancos es la herramienta, es la política de asistencia humanitaria que tiene nuestro país a nivel internacional y realiza misiones de distinto tipo, sea un evento de tipo catástrofe socio-natural o de carácter antrópico, las que interviene el hombre, pero que en definitiva tiene un impacto también natural, como puede ser un terremoto, por ejemplo el terremoto de Turquía, terremoto de Ecuador, el terremoto de Haití, por nombrarte alguno de los últimos. También trabajamos en grandes inundaciones, inundaciones masivas que los países requieran o hagan un llamamiento internacional para dar respuesta porque sus capacidades están sobrepasadas.

Nuestro país ofrece asistencia humanitaria de cooperación solidaria. A nivel local somos parte del SINAGIR, es decir, del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, una ley que establece quiénes son los actores de ese sistema, somos parte a nivel nacional y pertenecemos a la Cancillería, pero también obviamente que colaboramos y somos parte, reconocidos por las organizaciones de las Naciones Unidas y a través de los distintos organismos que tiene la ONU, para la asistencia humanitaria, para la respuesta ante desplazamiento forzado, catástrofes, etc.

IC: ¿De qué se trata el conflicto de Armenia? ¿Cómo fue su intervención desde Cascos Blancos?

MV: Si bien este conflicto es histórico, se desató fuertemente en la actualidad. Se trata del conflicto entre los estados que quedaron de la ex URSS, este conflicto persiste desde hace más de 100 años, pero se agudizó durante éstos últimos años, sobretodo en la pandemia del 2020, entre lo que es el estado de Artsaj, que es una provincia, pero también es un estado independiente, que quedó en ese reparto, si se quiere, arbitrario de tierras, dentro de lo que podría denominarse el territorio de Azerbaiyán. En el 2020 otra vez hubo bombardeos de Azerbaiyan sobre Artsaj, que provocaron muchos muertos, hubo guerra durante el 2020, el 2021 y el 2022. Ahora, hace poco, se volvió a agudizar el conflicto bélico y se produjo un desplazamiento forzado de toda la población de Nagorno Karabaj, que es el nombre que le puso la URSS, pero Artsaj es el nombre que adoptaron sus habitantes, que son el histórico pueblo armenio que también fueron parte de la masacre del genocidio armenio, producido por los turcos allá por el 1915.

Como misión se ofreció asistencia humanitaria en virtud del desplazamiento forzado. Cascos Blancos ha participado de otros eventos a lo largo de su historia. Yo no estaba en ese momento, pero han estado en situaciones de conflicto, campos de refugiados en conflictos bélicos, como puede ser el Líbano, Siria, en algunos países africanos. Ahora en este contexto en Armenia, es el límite con Azerbaiyán, Azerbaiyán ha declarado la guerra a esta población y la ha bombardeado. Nosotros vinimos en un avión, de la ONG Solidaire, a cargo de Enrique Piñero, conocido actor, cineasta y también piloto de avión, tiene un avión propio, ha hecho con Cascos Blancos varias acciones, sobre todo con la guerra de Rusia y Ucrania, ha enviado muchísimas donaciones humanitarias, ha llevado personal humanitario a la zona.

Nosotros hemos venido como personal humanitario para trabajar con las poblaciones desplazadas en la zona de frontera contra Azerbaiyán, algunas se fueron para el otro lado y han cruzado el país para estar más cerca de poblaciones de familia y demás, por ahí cerca de la frontera con Turquía y otra cerca de la frontera con Irán. Es un territorio sumamente en conflicto desde hace mucho tiempo. Hemos traído más de 10 toneladas de donaciones humanitarias para esas familias, para poderlas entregar, para poderlas llevar a los territorios donde están desplegadas esas familias.

IC: ¿Cómo vienen siendo los días de trabajo del equipo humanitario argentino?

MV: Hoy estuvimos particularmente en Janís, que está ubicada más cerca de la frontera con Turquía, donde hay aproximadamente 200, 300 familias. Vamos cubriendo dónde están esas familias, vamos recorriendo el país en estos diez días que nos quedan. Lo hacemos con el Estado Armenio, con la IARA, que es la organización que cubre la diáspora armenia-argentina, quienes consiguieron, recolectaron y pusieron a disposición estas donaciones. Vinimos con voluntarios que son parte de la comunidad armenia, que hablan armenio que es muy complejo, es un idioma ancestral, Armenia es un país muy antiguo. Estuvimos entregando algunas de estas donaciones, otras también que envió la Unión Europea y otros países.

Hay otras ONG trabajando en el lugar, hay países que ponen su cooperación para que se produzcan estas cuestiones, en el sistema humanitario. Muchos países donan dinero, otros envían personal humanitario a disposición, que puede ser de contención psicosocial, a las familias desplazadas, trabajo sanitario, trabajo de acompañamiento a las infancias, a la juventud, que suelen sufrir muchísimo.

IC: ¿Cómo impacta este conflicto a la sociedad armenia?

MV: Este conflicto se ha llevado la vida de muchísimos jóvenes de Artsaj, entre 18 y 25 años, han muerto más de 10.000 jóvenes, y también han muerto muchísimas personas mayores, pero sobre todo jóvenes, ya que tienen la obligación de alistarse al ejército, el servicio militar es obligatorio.

Hoy estuvimos dialogando con familias que habían perdido hasta tres hijos en estos dos últimos años. La verdad que los testimonios son muy crudos, muy complejos, la comunidad está muy atravesada por la guerra, por tener en su casa refugios bajo tierra, saber que van a caer misiles, saber que cada tanto se bombardea. Una vida muy compleja en los últimos años. Nosotros vinimos a acompañar también al pueblo acá, nos reunimos con autoridades armenias para definir también acciones locales. Creo que este es el primer viaje humanitario de otros que tal vez haga Enrique.