Cuenta la historia que en la década del 40´ un jovencito Ángel Teodoro Rienzi descubrió en nuestra ciudad la pasión por los autos de carrera en la vera de la Ruta Nacional N°7 viendo pasar a los valientes pilotos de los primeros años del Turismo Carretera. En ese momento, una chispa se encendió que nunca más se apagó. Rienzi terminaría siendo él mismo uno de los protagonistas de los caminos.

“Angelito” nació y creció en Azcuénaga junto a sus seis hermanos para luego radicarse en Olivos donde tuvo su estación de servicio y taller. Debutó en el TC en las Mil Millas de 1951 con un Chevrolet 39´, aunque tuvo que esperar más de una década para subirse a lo más alto del podio. Rienzi ganó por primera vez en el TC el 15 de agosto de 1965 en la Vuelta de Pehuajó a bordo de un Ford.

Ese año también ganó la Vuelta de Rojas, las 500 Millas Mercedinas y la Vuelta de Junín, siendo un claro candidato al título. Lamentablemente en la Vuelta de San Antonio de Areco sufrió un grave vuelco que le impidió seguir corriendo la temporada.

Claro está que la “máxima” de aquellos años era otra. Los grandes premios se corrían en su mayoría por los caminos polvorientos del país con autos que superaban los 200 km/h. en promedio, las pocas medidas de seguridad transformaban a los pilotos en verdaderos retadores del destino.

Rienzi se codeó con las glorias del TC, a quienes les compitió de igual a igual e incluso les ganó en reiteradas oportunidades. En los caminos se cruzó con los hermanos Emiliozzi, Jorge Cupeiro, Armando Ríos, Carlitos Pairetti, Carlos Loeffel y tantos otros.

En total disputó 185 competencias en el Turismo Carretera, ganó 6 (todas con Ford) y obtuvo 12 segundos puestos. Vio la bandera a cuadros en 111 carreras, un 60% de las competencias disputadas. También fue un notable preparador de la categoría. Un dato no menor: su hermano Hermelindo, también disputó al volante algunos grandes premios del TC.

Rienzi falleció en Olivos el 26 de febrero de 2009 a los 84 años de edad.

La hazaña de Rafaela y el récord de velocidad

Ángel Rienzi quedó en la historia del mítico “óvalo” de Rafaela como el primer ganador del Turismo Carretera en el veloz trazado. Fue el 23 de octubre de 1966 a bordo de una cupé Ford con motor F-100 -él mismo lo introdujo en el TC-, en la 32ª fecha de ese cuantioso torneo que tuvo 36 competencias.

El nacido en San Andrés de Giles, haciendo uso de su notable capacidad para manejar pero también para observar. Rienzi haciendo uso de lo que había visto en las 500 millas de Indianápolis, calzó neumáticos más finos de un lateral para reducir el desgaste y mejorar el andar. Esa estrategia le permitió correr toda la carrera con los mismos compuestos, ganando así la competencia.

El “adelantado” como muchos lo llamarían, también dejó otra huella. En Necochea, en 1967, dejó establecido un promedio de 216 km/h., con velocidades máximas de 255 km/h. un récord para la competencia y para la época.

Info: Solo TC y otros medios.