Es cierto que no todos estamos rodeados de las mismas condiciones, oportunidades y privilegios. Pero también es verdad que existe un gran porcentaje que elige, tal vez inconscientemente no moverse de lugares hostiles por conocidos, creyendo que son estos espacios lo único que se merece o “lo que tocó”.

El factor de cambio es una condición inherente al ser humano y lleva un mayor esfuerzo resistirse a él y quedarse aferrado a lo que nos limita que dejarse transformar. Todo proceso de cambio comienza con un interrogante, el recorrido debe desplegarse a partir de identificar cómo nos sentimos. No estás en este mundo para sufrir, padecer o adecuarte a una realidad que no te hace feliz. En otra oportunidad podríamos filosofar sobre la felicidad, pero en este caso uso el término para referirme a que tu situación laboral o en cualquier ámbito puede y debe traerte más alegrías que disgustos. 

¿Alguna vez fantaseaste sobre la idea de qué harías si tuvieses tu vida resuelta económicamente? ¿Te pusiste a pensar por qué, por ejemplo, Messi sigue jugando al fútbol?

Cuando uno se cuestiona, se pregunta y se escucha en profundidad comienza a des-cubrirse, a quitarse velos de condicionamiento y a encontrar su propia verdad, su propia razón de ser. Comienza a ver en su interior, como respuestas propias, el camino a tomar; aparece una conexión con nuevos intereses y nuevas formas de ver el mundo, registrando que, la forma en que cada uno ve es única y necesaria. ¿No habrás pensado que tu existencia no es importante, no? ¿No habrás pensado que estás de paso y que no viniste a este mundo a hacer algo significativo, no?

Si te percibías de esta forma, déjame decirte que sino fuese crucial tu existencia, no permanecería, nada es casual ni azaroso, todos somos engranajes de una danza energética perfecta, desde los confines del universo hasta el centro de tu corazón. 

No te abrumes, no es necesario que te exijas ni que de ahora en mas busques incansablemente tu aporte, ya sos significado y significante para este mundo y para la vida de muchos seres que te rodean. Así sea, que el aporte tenga que ver con dar un mensaje a las masas o con hacer sonreír al verdulero de tu cuadra, el norte debe estar anclado en tu emoción, tu guía interna es cómo te sentís y estás en coherencia con vos cuando te sentís bien, a gusto, conforme y satisfecho con tu estar siendo.

Por supuesto que esto no necesariamente es una constante, pero por sobre todo me interesa regalarte la distinción de que estar angustiado, disconforme y sentir malestar no es tu estado natural. No existen historias de vida más importantes que otras, no existe a sí mismo, una forma correcta o incorrecta de ser, solo tu perspectiva única de la realidad y tu oferta para el mundo. Cuando hablo de oferta u ofrenda me refiero a que estoy dando cuando doy, más allá de que sea un producto, un servicio o cómo me vinculo con los demás, la liviandad de mi sentir está directamente relacionada a si mi aporte va desde el amor o el ego. Si mi motivación surge de aportar genuinamente a que todos o quienes me rodean tengan un mejor pasar o de alimentar mi identificación con mi propia imagen e identidad. Este es un proceso profundo que incluso fluctúa a lo largo de nuestra vida, pero como traigo siempre, comienza a transformarse con preguntas que me permiten ver que lo que estaba viendo hasta hoy no es lo único posible para ver. 

Existen muchos mundos ahí afuera de los límites que te creaste. Permitite explorar, moverte, experimentar y jugar, hasta que todo tu interior te lo agradezca.

Con mucho amor, Paula Bonaparte
@queenbonaparte___ [tarot rider & life coach]

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