El domingo pasado, el remate de Burgos volvió a abrir sus puertas luego de un año sin actividades. En diálogo con Infociudad, Pablo Burgos confiesa: “Fue una alegría enorme y muy emocionante volver a rematar, y encontrarse con muchos clientes que hacía más de un año que no veíamos“. Con respecto a la sensación de los vecinos, detalla: “estaban muy contentos que regresamos, no solo los que asistieron sino también publico en general“.El remate empezó a las 9:30 y concluyó a las 13, para luego retomar la jornada a partir de las 14:30. “La gente se adaptó al protocolo, en general está acostumbrada. Aparte no había otra posibilidad. Se perdió cierto folclore, pero esto pasará en algún momento y se podrá volver a la normalidad” sostuvo Pablo.Antes de abrir, todos los lugares de uso común fueron desinfectados y se demarcaron áreas de espera, ingreso y egreso del galpón. El personal en todo momento trabajó tapaboca y se ubicaron sillas de manera de que se pueda mantener el distanciamiento social. Por otro lado, se instalaron carteles que instaban a mantener los cuidados pertinentes.Semanas atrás María José Salaberry, abogada de la firma, le había explicado a este medio: “El cierre no nos afectó solamente a nosotros, sino también a más personas que venían a los remates y participaban como los revendedores o los fletes“. Finalmente, con el protocolo presentado, se pudo asegurar que vuelva un clásico de nuestra ciudad que a lo largo de los años le permitió trabajar a muchos vecinos.