Desde hace dieciséis años, en el barrio El Esfuerzo, funciona el merendero Negrito Manuel, donde Soledad Saucedo, Antonia Palacios, Maria Figueroa y Marta Ríos, se organizan para acercarles la merienda todos los sábados a cuarenta niños del barrio.
Por ahora, la merienda se da en la vereda de la casa de una vecina, pero sueñan con tener un nuevo espacio muy pronto. Actualmente se está llevando a cabo un proyecto para construir el merendero en una nueva ubicación y agrandarlo.
Cada sábado el merendero Negrito Manuel, le da la merienda a cuarenta chicos que viven en el barrio El Esfuerzo. Todo el trabajo es a pulmón, y es posible gracias a un grupo de vecinos que con mucho amor colaboran para poder darles a los más pequeños alimento, y además, un lugar de escucha y encuentro.
Soledad es la vecina que ofrece la vereda de su casa cada sábado a las 15hs, para servir la merienda, que consiste en pan, facturas o torta, acompañados con leche, jugo o chocolatada.
El sábado pasado charlamos con quienes forman parte del merendero y compartieron su experiencia. Soledad relata que el merendero surgió para poder brindarles una comida a los chicos. Al principio comenzaron a reunirse para organizar las tareas y conseguir los alimentos. En el inicio, ellos se acercaban a las panaderías en busca de donaciones, o destinaban una parte de sus propios ingresos en alimentos para poder preparar la merienda a los niños del barrio. “Todo sea por los chicos” expreso’ Soledad.
Afortunadamente, no solo cuentan con ayuda de los vecinos que se unen a la causa, sino también con la de la Arquidiócesis de Lujan. Entre sus miembros se encuentra Marta Rios, quien es el nexo entre la comunidad y la iglesia, a su vez que aporta alimentos, ropa o juguetes, para las familias carenciadas.
Marta es quien se encargó de hacer oír las problemáticas del barrio y consiguió un terreno a disposición para construir un merendero para el barrio, ubicado en Rawson y ruta 7. Allí sueñan construir un comedor, donde puedan ofrecer el almuerzo y luego la merienda.Las mujeres que forman parte de la congregación señalaron la falta de comedores que preparen el almuerzo para los chicos.
A partir de esta situación, sus planes a futuro se centran en poder hacerles llegar a ellos un plato de comida caliente. “Todo lo que se reciba se usará para los chicos, todo lo que hacemos es para ellos, recibimos a todos porque ellos también necesitan un vaso de leche o ropa, pero nuestra prioridad siempre son los chicos”, sostiene Soledad.
Las vecinas que llevan adelante el merendero aseguraron que reciben cualquier ayuda con los brazos abiertos, ya sea donaciones de dinero, ropa o juguetes, si hay interesados en la causa, pueden contactarse al siguiente número 2325-416519 (Maria Figueroa) o acercarse a Alem y Echeverry.
* Está nota fue escrita por Victoria Ghibaudi, alumna de la Escuela Técnica N°1 “Jorge Alfredo Maciel” y pasante de Infociudad.