El Club de Emprendedoras SAG nació con el propósito de acompañar a quienes desean emprender, ya sea en el ámbito digital o físico. Su enfoque es crear estrategias personalizadas según los objetivos de cada emprendimiento, fomentando redes de contacto y alianzas para lograr una visibilización genuina y orgánica.
Desde sus inicios, el proyecto del Club de Emprendedoras se presentó en distintos espacios políticos y municipales, incluyendo el Concejo Deliberante, donde propusieron una modificación en la ordenanza que permita a emprendedores de reventa y catálogo trabajar con mayor facilidad. A pesar de no contar con una sede física, el club es nómada: van donde las necesitan.
En este momento se encuentran encarando varios proyectos. Uno de ellos, se destaca por lo solidario y transformador: todas las semanas acompañan familias del barrio El Esfuerzo para fomentar emprendimientos y seguir abriendo puertas y construyendo oportunidades laborales. En diálogo con Celeste Gigena, fundadora del Club de Emprendedoras SAG, nos cuenta sobre esta hermosa iniciativa.
Celeste Gigena: Conocimos el Barrio El Esfuerzo gracias a Marta Ríos, quien lleva años acompañando a las familias con meriendas solidarias y distintas iniciativas. Luego, a través de María, una mujer con el deseo de emprender, descubrimos su historia, su merendero Semillitas de Sueños y a su hija Alma. En este espacio, cada lunes y miércoles se ofrece merienda y los viernes cena, brindando contención a niños y mujeres del barrio.
Durante estos meses, nos enfocamos en empoderar a mujeres en situación vulnerable, ayudándolas a emprender y generar ingresos con el objetivo de construir su hogar de manera digna, sin depender de la asistencia social, sino mediante el trabajo y la autogestión. Sin embargo, más allá del aspecto económico, nuestro mayor propósito ha sido regalar momentos: experiencias que inspiren, fortalezcan y muestren nuevas oportunidades.
CG: En el barrio descubrimos grandes talentos en niños y mujeres: habilidades deportivas, artísticas e intelectuales. Pero también nos encontramos con sus principales limitaciones: la falta de recursos, transporte y apoyo. Para contrarrestarlo, generamos alianzas estratégicas como la del Club El Frontón, que abre sus puertas para que niños y niñas del barrio disfruten de sus instalaciones en igualdad de condiciones, siempre y cuando se realice la evaluacion correspondiente de cada caso.
Además, establecimos vínculos con comercios y emprendedores que nos ayudan a seguir regalando momentos. Como muestra de gratitud, los niños del merendero crearon macetas biodegradables hechas con yerba reciclada y compost, las cuales fueron entregadas a niños de la Neo Colonia, coordinada por Facundo Valli, quien también apoya el club y el merendero. Este proyecto no solo promovió el reciclaje, sino también valores como la responsabilidad, la paciencia y la empatía.
Cada lunes, miércoles y viernes, en la casa de Sandra y Mili, mujeres del barrio se reúnen para desarrollar un emprendimiento propio. A través de charlas y trabajo de autoconocimiento, descubrimos sus talentos, pero nos enfrentamos a un desafío fundamental: la falta de espacio y materiales. Muchas de estas mujeres viven en casas de chapa, con familias numerosas y sin condiciones adecuadas para producir. A pesar de estas dificultades, trabajan con materiales reciclados o donados por otras emprendedoras, demostrando una enorme unión y determinación.
En este contexto, nació también Mini Emprende en el Barrio, donde niños como Benja, quien fabrica juguetes en origami con una técnica propia, encuentran un espacio para desarrollar sus talentos y recibir el acompañamiento que necesitan.
CG: Hoy, más que nunca, necesitamos generar oportunidades de trabajo desde adentro, sanando y fortaleciendo a la comunidad. Invitamos a emprendedores y empresarios , Clubes espacios artísticos a sumarse a esta causa, compartiendo su experiencia y apoyando estos proyectos para que las mujeres y niños del barrio vean que tienen las mismas oportunidades de salir adelante. No todo se trata de dinero o bienes materiales. Hagamos viral el poder de regalar momentos.