Hay momentos en la historia de los pueblos que marcan un antes y un después. Hay noticias que da mucha alegría contarlas. En San Andrés de Giles habrá vecinas sirviendo a su comunidad como Bomberas Voluntarias. A fines del año pasado, se abrió la convocatoria para aspirantes en el cuartel de nuestra ciudad y se anotaron cinco mujeres. La nueva jefatura de Bomberos Voluntarios, integrada por el Jefe Darío Boveri y el  Sub-Jefe Diego Pagano, apuesta por estas nuevas incorporaciones. “Estamos contentos y muy conformes, tuvimos la suerte que se acercaron mujeres recibidas y con estudios universitarios avanzados”. Es la primera vez en 55 años que la institución contará con personal femenino.

Asumir la responsabilidad de servir a la comunidad no es para cualquiera. Desde la institución confirman que el aporte de este grupo de mujeres será clave para el trabajo en equipo. Su desempeño dentro del cuartel y su manera de ser los entusiasman: trabajan a la par, se llevan bien con los chicos del cuartel. “Es como cualquier trabajo normal que tenés compañeras y compañeros”, explican.

Además, aseguran que en situaciones límites, no hay como la voz de una mujer. “Las bomberas desempeñan funciones de todo tipo, hay momentos muy puntuales como en un accidente en donde la voz de una mujer va a llegar más, porque es comparable a la de una madre”. Más allá de todo prejuicio y como en todas las situaciones de la vida, hombres y mujeres se complementan.

“Inclusive el reglamento es único, no se dividen las tareas, tenemos tareas de mantenimiento, como por ejemplo lavar un camión, y le va a tocar a un hombre y a una mujer, y por lo que estamos viendo ellas están chochas. Cuando nosotros éramos cadetes pedíamos por favor que nos dejaran lavar un camión, para estar lo más cerca posible de una unidad”, recuerda Dario Boveri, el Jefe del cuartel local.

Actualmente las aspirantes están realizando la capacitación para convertirse en bomberas. También se desempeñan en tareas internas en el cuartel y ya han acompañado y ayudado en algunos servicios. En los próximos meses, luego de rendir y aprobar los exámenes correspondientes, serán un bombero más dentro del cuartel de San Andrés de Giles para servir y cuidar a la comunidad.

Su instructora, Teresita Heber, habló con Infociudad sobre el inicio de este camino donde bomberas y bomberos caminarán a la par. “Me encanta que se haya abierto acá esta oportunidad, para todos y todas las que quieran y sientan el deseo de brindar servicio a la comunidad. A mi desde que era chica me dieron ganas de entrar, yo soy de los bomberos de Cardales, y cuando yo tuve ganas de ingresar, no se podía, cada cuartel tiene sus porqués. Muchas veces no se abren las inscripciones por cuestión de infraestructura, porque vos tenés que tener espacios para que cada uno pueda estar en el día a día cómodamente”, aclara Teresita.

Cada quince días Teresita viaja desde Cardales hasta San Andrés de Giles para brindar la capacitación al primer grupo mixto de aspirantes. El Jefe del Cuartel Dario Boveri le designó el desafío de capacitar a las primeras bomberas gilenses. “Cuando él asumió de jefe, tuvo la iniciativa de abrir la inscripción para la brigada femenina, y quería que esté encabezando el curso de ingreso una bombera que ya esté preparada. Acá tienen un personal de capacitación increíble, los chicos formaron un equipazo, pero sí querían que haya un referente femenino. Entonces me lo propuso y me encantó, yo lo tomo como un desafío personal. Hasta ahora va muy bien, la verdad que son chicos y chicas muy comprometidos, con muchas ganas, que se nota que les gusta, y tienen mucha chispa, mucha curiosidad, ganas de aprender, y hasta ahora se ha formado un grupo muy lindo, y entre todos se llevan muy bien, hay mucho respeto, los chicos se ayudan con las chicas y viceversa”.

Respecto a la tarea bomberil de hombres y mujeres, explica, que como todos, cada uno tiene sus capacidades y habilidades. “Yo creo que cada sexo tiene sus fortalezas como sus debilidades. No se puede negar que un hombre siempre va a tener mucha más fuerza que una mujer, pero no quiere decir que una mujer no pueda hacer trabajos de fuerza, de hecho lo hacemos, pero por ejemplo, las mujeres sí tenemos más habilidad en lo que es la contención, por ejemplo, cuando vamos a un accidente siempre se ve que una bombera le da más contención, trasmite más tranquilidad y confianza a la víctima. Ambos tienen sus fuertes y lo he visto en los ocho años que llevo. Veo que se complementan muy bien tanto bomberos como bomberas en el día a día. Es fundamental mantener el respeto entre ambos y estar predispuestos a dar una mano en lo que se necesite”

Enfrentando el fuego y desafiando estereotipos: su historia en primera persona

Les preguntamos a las aspirantes cómo están viviendo estos primeros pasos y qué sienten al ser la primera camada de vecinas que serán bomberas en San Andrés de Giles. Esta es la primera parte de la historia que empezaron a escribir en nuestra comunidad:

Agustina Chimente

En mi caso, estos primeros pasos los vivo con muchos nervios y ansiedad, por la gran responsabilidad que conlleva esta tarea. Más allá de esto, siempre pensando en dar lo mejor de mí: mi capacidad de aprender y mi tiempo para adaptarme a la rutina y las responsabilidades que nos atraviesan obviamente, con orgullo y paciencia por sobre todo. Las cosas no se aprenden de un día para el otro, lo importante es ir disfrutando el proceso

Siempre estuvo en mi cabeza la idea de ser bombero, nunca lo manifesté ni me obsesioné con eso, era de esos sueños que veía complicado cumplir, ya que nunca antes en nuestra ciudad hubo bomberos mujeres. Así que esto para mí significa mucho. Mi papá es bombero hace 16 años, tuvo solo hijas mujeres así que esto también significa mucho para él, que alguien de la familia pueda seguir sus pasos.

Ser las primeras mujeres bomberos de la ciudad contribuye a la diversidad en el servicio, a demostrar que la vocación de bomberos no solo la tienen los hombres  Es un desafío claramente, tanto para nosotras como para nuestros compañeros, tantos años siendo solo hombres, adaptarse a que ahora van a estar mujeres adultas dentro del cuartel, haciendo el mismo trabajo que ellos, siendo sus compañeras, como sucede en cualquier otro ámbito, por ejemplo el laboral.

Victoria Rienzi

Hace 5 años que estoy en el sector administrativo de la institución, soy la secretaria de la asociación y este año tengo la posibilidad de estar del otro lado también, del lado del cuerpo activo como aspirante, dentro de las 5 mujeres que estamos innovando en esto y cortando un poco los mandatos para poder ser parte del cuerpo activo como personal femenino.

La verdad que es algo novedoso para nuestra ciudad, ya que este cuartel no había tenido esta posibilidad, este año se abrió y acá estamos aprendiendo día a día, queriendo cada vez más esta vocación. Nos falta muchísimo por aprender pero no tengo duda de que vamos a poder lograrlo y estar a la par y formar parte de esta gran familia que es el cuerpo activo de la asociación de bomberos de San Andrés de Giles. Vuelvo a repetir, no tengo duda de que vamos a ser un gran equipo aportando cada uno de su parte.

Yo hace 5 años que soy parte, pero ahora se vive desde otro lado. Me saco el rol de secretaria y me meto en cada capacitación y en cada sección como Victoria, como futura bombera que quiero ser. Así que la verdad que me enorgullece muchísimo ser parte, me apasiona muchísimo. Cada toque de sirena es algo que el corazón se acelera por sí solo. Estando del lado de papeles y estando del otro lado, no tengo duda que va a ser más la adrenalina que genera. Pero bueno, para eso hay que capacitarse, falta, pero ya vamos a poder vivenciar las 5. No tengo duda, esto que de a poco nos va atrapando cada vez más.

Candela Crivelli

Estoy viviendo esto con orgullo, con respeto y compromiso, porque más que una profesión, es una vocación hermosa. Todavía me queda un largo camino por recorrer y creo que nunca voy a terminar de aprender, que en eso consiste la vida, en ir aprendiendo cuestiones nuevas. La verdad que la paso súper bien porque no solo aprendo del quehacer bomberil, sino también del trabajo en equipo con un otro, el enriquecerse mutuamente.

Para mí es un sueño hecho realidad. Yo de chiquita ya me encontraba en este ámbito, mi papá hasta febrero del año pasado fue el jefe, por ende hasta mis primeros pasos prácticamente fueron dentro del cuartel. Siempre compartía una cena o una charla, siempre había algo que me atrapaba de esta vocación. Yo creo que ya a los 10 años empecé a manifestar bien que quería ser bombera y mi papá siempre me decía que el momento ya iba a llegar, que todo llega, que tenía que saber esperar. Se dio la oportunidad de presentar el proyecto para que hoy haya cuerpo de mujeres, con él trabajamos en el proyecto, y lo elevó a la comisión directiva, fue aprobado y hoy Darío que es el jefe actual lo lleva a cabo. Esto para mi significa orgullo, ser la primer camada de mujeres, que va a dejar una huella para siempre en la historia de Giles.