El grupo de WhatsApp de Feria Americana, programa radial de Infociudad, se activa cada miércoles. La reunión de producción no es en la redacción del medio ni en un café, la tecnología facilita las cosas. Ideas, secciones y entrevistas van fluyendo en el intercambio de mensajes. Algunas de ellas casi imposibles de realizar, decimos “casi” porqué a veces, lo inalcanzable puede estar a un clic o al sonar de un timbre.En uno de los chats del día, Agustín recordó que el sábado 24 se cumplían 120 años del nacimiento de Borges; uno de los escritores más destacados del siglo XX. Al instante, y casi sin pensarlo, empieza a buscar caminos que lo lleven al escritor. En él, se encontró con María Kodama, la mujer que enamoró al literario y fue inspiración de varios de sus escritos.El intercambio fue por mail. Kodama respondió rápido, sin importar el alcance o la trascendencia del medio. Casi con culpa, Agustín le contó que el programa salía el sábado, justo el mismo día del aniversario del natalicio de Borges. Sin embargo, eso no fue un problema. “Espero el llamado a las 10 horas” respondió en su último mensaje. El imposible se hizo realidad.Con algo de incertidumbre marcamos el número de Kodama, quien ya conocía nuestros pagos por una visita a la Feria del Libro del Colegio Nacional. Sonó dos veces hasta que su inconfundible voz nos saludó. En 20 minutos, quien fuera alumna y posterior pareja de Borges, nos contó el lado B de una figura que resiste el paso de las generaciones.Infociudad (IC): ¿Cómo viven desde la fundación esta fecha?María Kodama (MK): Es especial. Celebramos una semana entera. Empezaron el lunes con conferencias dictadas por profesores de la UBA, UCA y USAL, que son especialistas en temas de la obra de Borges. Todas las conferencias van a ser editadas por Nueva Mayoría, que es la editorial que dirige Rosendo Fraga. Él siempre nos apoya.IC: ¿Cuál era el perfil de Borges detrás del escritor?MK: Yo conocí a Borges y empecé a estudiar con él cuando tenía 16 años. Después la historia fue otra, la que todos conocen. Era una persona genial, divertidísima. Yo les contaba a mis amigos que él era una persona con un gran sentido del humor, muy divertido. Siempre encontraba algo gracioso para decir, yo la pasaba bárbaro con él.IC: La última faceta que se conoció de él está vinculada a las conferencias…MK: A Borges le divertía mucho dar charlas. Podía sacar temas para llevar un hilo conductor o directamente respondía lo que la gente le preguntaba. Le encantaba el trato social.IC: A nosotros nos llama la atención cómo los jóvenes se siguen fijando en su obra ¿A usted la sorprende también?MK: Justo eso lo experimenté hace poco en China. Hay una camada de profesores que le enseñan a sus estudiantes la obra de Borges, y a los que les gusta siguen sus trabajos replicando ese conocimiento.A mí me pasó algo muy particular; a los 9 o 10 años, abrí un libro sin saber quién era Borges. El cuento era “Las ruinas circulares”, lo leí hasta el final porque el ritmo que tenía la prosa me fascinó. Sin embargo, no entendí absolutamente nada. Tal fue la forma en que ese cuento me atrapó, que si saliera una ley que dijera que hay que quemar las obras de los escritores menos una, esa sería la única que yo salvaría.Hace unos años, en el Salón del Libro de París, iban a presentar una entrevista muy interesante que Victoria Ocampo le hizo a Borges, él fue describiendo imágenes de su vida a medida que ella le iba mostrando. En una de ellas, Borges comenta que en la foto estaba la casa donde en una semana escribió “Las ruinas circulares”, durante esos días iba a trabajar, a la biblioteca, caminaba y comía con sus amigos. Él lo único que quería era volver ahí, porque nunca antes pudo escribir con esa intensidad un cuento.IC: Después del fallecimiento de Jorge Luis ¿Cambió su forma de ver u abordar la escritura?MK: Yo de muy chica ya escribía, cuando tenía 5 o 6 años le hacía guiones de teatro a mis muñecos. Después presentaba las obras en navidad para mi familia. Yo he escrito siempre, porque para mí es un placer.Lo que yo escribo no tiene nada que ver con la obra o el estilo de Borges. Justamente a él era lo que lo fascinaba, le encantaba que yo le leyera mis escritos. Nunca publique nada en vida de Jorge Luis, porque él quería hacer el prólogo. También Alberto Girri, pero si lo hubiese dejado Borges se hubiese enfurecido.A mí no me interesa publicar. Publiqué el libro Relatos por una situación muy especial, por Kokocinski, un pintor que había hecho unos cuadros con unos cuentos míos, antes había sido convocado para reparar la Capilla Sixtina. Se estaba quedando ciego y no podía pensar ningún tema, y él quería hacer una gran exposición antes de quedarse ciego totalmente. Entonces me pidió permiso para usar uno de ellos.IC: Borges puso en discusión al fútbol y al peronismo en sus días ¿Por qué cree que lo hacía sabiendo que estaba atentando con cosas muy populares?MK: A los argentinos no nos gusta la verdad, pasa en todos los lugares del mundo igual. Tiene que ser siempre la mitad de la verdad. Y para Borges esa mitad no existía, él decía la verdad. Y a veces eso alejaba, pero fue siempre sincero.