Todos, queramos o no, estamos envejeciendo. En este mismísimo momento. Aunque muchos nos quieran hacer quedar estancados en la juventud, cada día que pasa uno se va poniendo más viejo. El envejecimiento es un proceso que está en constante evolución desde el nacimiento de una persona hasta su muerte y no se puede evitar. En cambio, no todas las personas llegan a la última etapa de la vida, que es la vejez. Poco se habla sobre ella.En general, es poco el lugar que se les da a los adultos mayores, tanto en los medios de comunicación como en la sociedad misma. O, si se les da un espacio, generalmente se los presenta como personas pasivas, enfermas y de poca utilidad dentro del sistema en que vivimos. Si hasta aún no se sabe bien cómo llamarlos: si personas o adultos mayores, de tercera edad, “abuelos” (cuando en algunos casos ni siquiera lo son), jubilados, ancianos o directamente viejos.Existe un déficit en la valoración que hay sobre los adultos mayores del cual nos tenemos que hacer cargo cada uno desde el lugar que nos corresponda, ya se en el plano familiar, en el social, en el político, en el comunicacional o donde fuere.
Cinco de cada diez personas mayores se siente poco o nada valorada por la sociedad. Y son las mujeres mayores las que se sienten más desvalorizadas que los hombres mayores. El dato se desprende de un estudio sobre las personas mayores realizado por la Universidad Católica Argentina y el Observatorio de la Deuda Social Argentina, cuyos resultados se presentarán el próximo 17 de mayo. Para obtenerlo se indagó sobre cuatro aspectos del sentimiento de valoración: a) su palabra u opinión, b) sus conocimientos, c) su experiencia laboral y d) el cuidado que puede brindar a su cónyuge, familiares o entorno.Respecto a sus roles y funciones dentro del hogar, se destaca el elevado porcentaje de personas mayores (9 de cada 10) que se hacen cargo del cumplimiento de roles y de la realización de tareas en el hogar, siendo este un indicador de sus posibilidades de autonomía y autocuidado en el proceso de envejecimiento actual.Otra estadística que llamó la atención fue que
7 de cada 10 adultos mayores no se reúnen habitualmente para desarrollar actividades recreativas y sólo 1 de cada 10 concurre a algún club o centro de jubilados.Del informe, que cuenta con el apoyo de la Fundación Navarro Viola, se desprende otro dato muy importante y sorprendente:
para el año 2050 se espera que la población de adultos mayores sea mayor que niños y adultos en edad laboral, teniendo en cuenta que la esperanza de vida se ha ido alargando considerablemente en las últimas décadas.En lo que respecta a la salud, el informe titulado
“El desafío de la diversidad en el envejecimiento. Familia, sociabilidad y bienestar en un nuevo contexto” da cuenta de que existe una deuda social en materia de salud para con las personas mayores, específicamente con quienes tuvieron menos oportunidades educativas, que pertenecen a los estratos socioeconómicos más bajos, poseen menores niveles de cobertura de salud y declaran tener diagnóstico de enfermedad objetiva. También, otro dato al que hay que prestarle mucha atención es el que asegura que
por cada 1 gerontólogo se reciben 10 pediatras, cuando la ciencia indica lo contrario, que se debería contar con más especialistas en tercera edad, ya que la expectativa de vida superó los años anteriores. Esta es una información que puede ser muy útil para jóvenes que están en el secundario como también para los alumnos de medicina que todavía no decidieron su especialización: es un campo en el que seguramente van a tener mucha salida laborar y mucho por hacer.Es necesario que valoremos, que tomemos dimensión de lo que fueron y lo que son las personas mayores. Debemos centrar la atención en cambiar el estereotipo de persona mayor, entendiendo que todos vamos a serlo en algún momento, pero sobre todo por los 6 millones de adultos mayores que hay hoy en el país.
PRESENTACIÓN DEL INFORME DEL BARÓMETRO DE LA DEUDA SOCIAL CON LAS PERSONAS MAYORES