Ante el crecimiento de contagios de coronavirus, Infociudad consultó al infectólogo Favio Crudo de San Antonio de Areco. Reconocido en todo el país por trabajar en un programa sanitario integral llevado adelante en el Hospital Zerboni, que junto a la fundación Mundo Sano, la UBA y Adesar dio excelentes resultados y logró bajar la circulación comunitaria y la letalidad durante el 2020.
Ahora, el Dr. Crudo sostiene que probablemente estemos ante la última batalla contra el covid y nos comparte su mirada sobre la situación actual, la eficacia de las vacunas y el pase sanitario.
IC: ¿Desde tu mirada como infectólogo cómo ves el crecimiento de contagios en estos últimos días?
La suba de casos era algo totalmente esperable, el problema es que mucha gente lo negaba, pero aplicando sentido común y análisis científico, estaba pronosticado que íbamos a tener esto que estamos viendo ahora. Nosotros en Areco planificamos nuestras propias acciones y hemos predicho que el pico iba a ser en noviembre, por suerte nos dio un mes más. Sabíamos que esto iba a pasar de forma exponencial porque es el comportamiento de la variante Delta y Omicron. Con diferencias de algunos días, todas las ciudades de Argentina van a estar viviendo ese modo de presentación de casos de forma rápida, abrupta y exponencial.
IC: ¿Cómo son las medidas que tomaron en el Hospital Zerboni?
Se tomaron medidas para readaptar todos los protocolos de captación y evaluación de pacientes, es muy importante readaptar los protocolos de tratamiento porque es una situación diferente, no es la misma situación que la ola de inivierno 2021 o la del verano pasado. Ahora corremos gran riesgo de utilizar muy mal los recursos y también tenemos riesgo de saturación del sistema, por eso hay que anticiparse.
IC: En nuestra ciudad estos días se están haciendo muchos más testeos que antes. ¿Cómo lo manejan en Areco?
El desborde en el sistema de testeos está pasando prácticamente en muchos lugares del país. Particularmente aquí en Areco todas las personas entran primero por un teléfono, acá también estamos teniendo muchos hisopados pero manejables entre las 8 y 10 de la mañana.
Hay muchos pacientes que no requieren hacerse un hisopado, de confirman por nexo epidemiológico, eso también es importante para evaluar bien en qué usar los recursos disponibles. De la misma manera para seguir la evolución de los pacientes, porque ahora vamos a tener muchísimos pacientes de golpe, entonces tenemos que identificar bien a quién vale la pena hacerle qué, porque sino corremos el riesgo de utilizar mal el recurso y prestarle atención a personas que no van a complicarse, de la misma manera que se nos pase el tiempo con personas que pueden complicarse más graves.
En esto es fundamental el tema de la vacunación, prácticamente en esta ola no va a haber nadie que no se exponga al virus, es tan abrumadora la manera de contagiarse y la velocidad que todo el mundo se va a ver expuesto: muchos no se van a infectar por su propio sistema inmune y vacunas, algunos se van a infectar y no la van a pasar de manera grave por las vacunas pero el problema fundamentalmente son los no vacunados. En general la problemática la van a presentar personas no vacunadas y una pequeña proporción personas que por alguna razón su inmunidad a pesar de las vacunas no fue la ideal o que tienen tanta comorbilidad que más allá de estar vacunados, igual tienen la posibilidad que la infección adquiera una forma más severa.
IC: ¿Cómo controlan en Areco la cadena de contactos estrechos y cómo trabajan sobre los asintomáticos?
Hay que aclarar igual que esta es una ola diferente, tenemos un virus que es diferente básicamente porque es muchísimo más contagioso, porque tenemos una población diferente: tenemos mucha gente que ya tuvo la infección, mucha gente que se infectó y está vacunada, y en número absoluto tenemos mucha gente que no está vacunada, entonces no es la misma situación para estas personas.
Es importante ubicarnos en esta situación y no extrapolarlo a lo que ya vivimos. En ese sentido, probablemente con esta población y este virus, si antes teníamos 30% de asintomáticos, probablemente ahora tengamos un 70% de asintomáticos, entonces ¿cómo hacemos para rastrear personas que no tienen síntomas?
Por otro lado, si hay circulación comunitaria abrumadora el peso de estar persiguiendo a cada contacto se va diluyendo en un mar de personas positivas, entonces es relativo. De hecho, en la mayor parte de los países que nosotros podemos ver, han intentado diferentes medidas y sin embargo la circulación viral se ha instalado en forma absoluta en todos lados y la variante delta y ahora Omicron han picado como están picando acá en Argentina, esto quiere decir que la posibilidad de éxito con el aislamiento ya no son las mismas posibilidades de éxito que cuando aislábamos en el 2020. Entonces, en el fondo es un partido que sabemos que lo vamos a perder el de estar aislando contactos. Acá el punto clave es detectar a los pacientes que pueden tener formas problemáticas, ese es el punto clave y cuanta más gente no vacunada tengo, más chances hay de que estas personas hagan enfermedades graves.
Hoy por hoy lo que se está saturando es el sistema de diagnóstico, no las camas, no estamos viendo un aumento de camas de internación ocupadas, o en terapia intensiva. Es una situación que la tenemos que estar mirando con mucha cautela.
IC: ¿Qué opinión tenes sobre el pase sanitario?
Creo que se trata de buscar la llave donde hay luz, no donde se cayó. Si estamos todos tan convencidos de que la vacuna tiene que ser obligatoria, tiene que ser obligatoria. Respecto al pase habrá que ver que efectividad tiene, pero sin dudas sirve para que muchas personas que por X razones, como desidia, etcétera no se vacunaron, vayan y se vacunen. El que está obcecadamente en una situación anti vacuna, no se va a vacunar, sino al contrario más se va a oponer.
IC: ¿Te parece que nuestro país tiene una buena cantidad de vacunados?
En el contexto general en este momento conseguimos un nivel que está por arriba del 70% de vacunados, pero eso quiere decir que me queda 30% sin vacunar, y en este momento ese porcentaje se va a contagiar indefectiblemente, la excepción va a ser no contagiarse.
IC: ¿Crees entonces que vamos camino a que nos contagiemos todos?
Exacto y eso va a llevar a que se vaya diluyendo la pandemia hacia el primer semestre del año que viene, probablemente de no aparecer una variante diferente, como problema de salud pública la mayor parte de la gente en Argentina va a estar vacunada e infectada. El tema es que estamos con más de 120 mil muertos, hoy estamos con gran cantidad de gente vacunada pero durante el 2020 afrontamos la mayor parte del año con bastantes dificultades en la vacunación. Creo que hoy el problema es la gente que por X razones personales no se va a vacunar.
IC: ¿Ese porcentaje que no se vacunó, podría ocasionarle un problema grave al sistema de salud?
Si se contagian todos de golpe en la misma semana o en los mismos 20 días, si y ese es el gran riesgo que tenemos actualmente. Como esto es tan abrumadora la manera de diseminarse la infección por estas variantes nuevas, estamos en riesgo de que pueda pasar esto, de que todos se contagien al mismo tiempo o en un corto plazo y ahí es donde está el problema. Si a mi me dicen que los que no están vacunados se van a ir contagiando a lo largo de todo el año, no vamos a tener mayores inconvenientes, pero si todos se contagian juntos…
IC: Hay muchos que se oponen a la vacuna obligatoria argumentando que son muy pocos los que están sin vacunar y que de contagiarse, no afectarían al sistema de salud.
Que sea poca proporcionalmente no quiere decir que sea un buen número absoluto, por otro lado es heterogéneo y también tenemos que recordar que hay personas que a pesar de estar vacunadas por patologías de base pueden hacer alguna enfermedad más importante, por eso hay que estar atentos y no decir “bueno ya está”. Las vacunas tienen un porcentaje de efectividad, eso quiere decir que si tienen un porcentaje de eficacia de 92% , hay un 8% que la vacuna no le funcionó pero, esto pasa con todas las vacunas, de sarampión, de paperas, cualquier vacuna es igual. No hay que pedirle a la vacuna contra el covid lo que no hacen las otras vacunas, eso es un dato importante.
Así que probablemente como problema de salud pública esta sea la gran batalla final y hay que tratar de minimizar las perdidas: primero en vidas y segundo en recursos, porque un recurso que lo uso para un paciente que podría haber estado vacunado, y no llevarse ese gasto, se puede utilizar para otro paciente. Los recursos en salud son finitos, empiezan y terminan. La torta es la misma y hay que repartirla según prioridades. Pudiendo evitar gastos de altísimo costo, es una barbaridad que tengamos que sostenerlo simplemente porque hay gente que piensa que hay un complot para insertarle un chip en una vacuna y dominarle el cerebro, porque se escucha cualquier cosa.
Esto es trascendente porque la decisión de los no vacunados la pagan todos los vacunados, porque los sistemas de salud también de sobrecargan teniendo que hacer gastos muy importantes, una vacuna son 7, 8 dolares, un paciente internado en terapia intensiva 10 días y que no se muera, que es peor todavía, son cientos de miles de pesos cuando no más de 1 millon de pesos, los costos en ese nivel son completamente diferentes y todos salen del mismo lado, de los recursos disponibles para el presupuesto de salud.