


Entre la noche de hoy y mañana habrá un espectáculo especial en el cielo. Por esta ocasión, en el firmamento se abrirá una de las lluvias de estrellas más bellas del año, mientras que la Luna, cómplice, apagará su brillo para dejar que los rastros de luz salpiquen el cielo con su esplendor.
Una lluvia de Meteoros Oriónidas cubrirá el cielo por la noche del 22 y 23 de octubre, que podrá verse claramente desde la Argentina. Como cada octubre, la órbita de la Tierra se cruza con la estela de polvo y los fragmentos que alguna vez dejó el cometa Halley en su órbita en el Sol, dando lugar a este magnífico espectáculo.
La lluvia de estrellas de este año está activa desde el pasado 2 de octubre y se extenderá hasta el 12 de noviembre. Sin embargo, desde la NASA indicaron que tanto en la noche del 22 como del 23 de octubre, las estrellas fugaces alcanzarán su mayor actividad.
Según indicó la agencia espacial, los restos del cometa Halley podrán verse tanto en el hemisferio norte como en el Sur, trayectoria en la que está incluida la Argentina. En nuestro país, el fenómeno estará más claro en la noche del miércoles y su avistaje será bastante fácil porque se da cerca de la Luna nueva de octubre, donde la oscuridad primará y las estrellas podrán verse radiantes en el cielo.
A mediados de octubre, el cometa nos envía regalos celestes en forma de lluvia estelar. Esto ocurre cuando la Tierra cruza la estela de polvo y fragmentos que dejó en el camino de órbita alrededor del Sol. Al entrar en contacto con la atmósfera, esas diminutas partículas se desintegran y producen una lluvia de meteoros: las Oriónidas.
Las Oriónidas se destacan por el brillo y la velocidad de sus meteoritos: se calcula que se pueden ver entre cinco o seis estrellas fugaces por hora en lugares muy oscuros y viajan a unos 66 kilómetros por segundo hacia la atmósfera de la Tierra. Se recomienda hacer la observación pasada la medianoche en un lugar alejado de la ciudad.
Para observar estas estrellas debemos hacerlo en un cielo totalmente despejado y libre de interrupciones. El mayor consejo es escapar de las luces de la ciudad. Desde National Geographic indicaron que el campo abierto o las montañas serán los aliados ideales. Sin telescopios, sin filtros.
Es importante evitar mirar pantallas antes de la observación, para permitir que los ojos se adapten a la oscuridad. La mejor hora para verlas será entre la medianoche y el amanecer, idealmente alrededor de las 3:00 a.m.cuando la constelación de Orión esté más alta en el cielo.