Del 18 al 21 de septiembre se disputó en Brasil el Paraty By UTMB una competencia internacional de montaña sobre 108, 58, 34, 25 y 7 km, donde estuvo presente el atleta de nuestra ciudad Sandro Cava. El gilense lo hico en la disciplina de mayor distancia que además contó con un desnivel 4829mD+.
La salida, para la distancia de Sandro, tuvo lugar en el centro histórico de Paraty, iniciado su travesía por las montañas cercanas a la costa, dirigiéndose hacia el barrio de Taquari, donde fueron recibidos con los brazos abiertos por la cálida comunidad local. Después de esta recepción, enfrentaron una subida desafiante, alcanzando los puntos más altos de la Serra do Mar. Allí, cruzaron un impresionante mar de colinas hasta llegar a la cima de la icónica Pedra da Macela. A partir de ese punto, comenzó el descenso, primero pasando por la impresionante Janela do Mar, y luego por el histórico Caminho do Ouro, hasta regresar al centro histórico de Paraty.
Sandro resultó 151º en la general, 130º en la general por sexo y 9º en su categoría con un tiempo de 20 h 39′ 02”. Con esta marca logró clasificar al Mundial que se llevará a cabo en Francia el año que viene.
El atleta de nuestra ciudad nos contó su experiencia en el país carioca: ”Fue una carrera muy linda, yo no había venido nunca, es la tercera edición de esta carrera, me habían comentado que era linda y un poco exigente, la verdad que fue mucho más exigente de lo que pensé que iba a ser, es muy dura. Largamos el viernes a las siete de la tarde, acá hace muchísimo calor y mucha humedad, se mete en la selva brasilera, lo que se llama la Mata Atlántica, ahí se hizo muy pesada, mucha deshidratación en lo corredores, hubo muchos abandonos por eso. Yo hasta el kilómetro treinta fui bárbaro, muy bien, iba en el primer grupo, ya del treinta al cincuenta hubo una subida de veinte kilómetros en el medio de la selva sin puestos de abastecimiento, se me acabó el agua, ahí me empecé a deshidratar un poco, a sentir nauseas, así que aflojé un poco el ritmo porque tenía miedo de abandonarla, me había caído, me esguince un tobillo pero eso ya lo tenía solucionado. En el kilómetro cincuenta, ya se terminó la subida esa, empecé a sentirme bien hasta el kilómetro noventa con subidas y bajadas, como cualquier carrera de montaña, pero ya no había subidas exigentes. Después del kilómetro ochenta y cinco, que subimos al punto más alto, empezó una bajada brusca, vertiginosa hacia Paraty, fue por piedras mojadas, muy peligrosas, a mí me gusta tirarme, pero en esta tuve un poco de miedo, así que hasta que le agarré confianza pasaron como diez kilómetros, perdí mucho tiempo, porque eran pendientes muy pronunciadas, con mucho barro, mucha humedad y piedras con musgo mojado. Los paisajes fueron divinos, terminé en veinte horas el total del recorrido, pero bien, muy contento, venía de muchas lesiones. En Brasil me encontré con muchos corredores con los que yo había compartido en Europa, así que eso fue muy bueno porque nos volvimos a juntar, fuimos a comer, fue también una parte muy linda de esta experiencia”.