La organización proteccionista de animales Huellas Responsables señala una problemática que sucede desde hace mucho tiempo en San Andrés de Giles y de la que se habla muy poco: la superpoblación felina, que se traduce en colonias de gatos salvajes sin castrar que se reproducen sin control. Señalan que esto sucede “en distintos puntos de nuestra ciudad, como baldíos, casas abandonadas y hasta casas habitadas por personas muy mayores o que desconocen la importancia de castrar o no tienen los medios para acceder”.
Según la organización, esta situación implica un problema de salud pública que no se ha tenido en cuenta por las autoridades locales. “Hemos acercado nuestras inquietudes y buena voluntad de colaboración a este municipio, sin ninguna respuesta. Aturde el silencio, entristece, porque no sólo marca distancia, dice muchas cosas, poco esperanzadoras“, aseguran desde la organización
A pesar de los esfuerzos de Huellas Responsables por educar y concientizar a la población, la situación sigue siendo crítica. “De a poco vamos viendo avances en la conciencia ambiental de nuestra comunidad pero aún falta. Sobre todo porque esta es una problemática invisibilizada, que sólo vemos los proteccionistas y de la que sólo nos ocupamos nosotros ( hoy felices podemos decir que con más vecinos que se van comprometiendo).
“Nuestros esfuerzos parecen no alcanzarse”, afirman desde la organización. “No damos abasto con los rescates, las capturas para castración, los tratamientos veterinarios y las adopciones responsables”. La tarea, que es realizada exclusivamente por voluntarios, incluye también un seguimiento constante de los casos para asegurar el bienestar de los animales y evitar que vuelvan a situaciones de abandono.
Alertan que la situación es grave porque si continua la superpoblación de gatos salvajes, hay riesgos de brotes de otras enfermedades zoonóticas. Destacan la importancia de castrar para cambiar esta realidad, ya que es “el principio del fin”: el fin del abandono, del maltrato, del descuido, y en este caso, para frenar la superpoblación.
La organización hace un llamado a la comunidad para que se sume a la causa y ayude a difundir la necesidad de adopciones responsables para los animales rescatados. Actualmente, hay varios gatos y gatitos en tránsito que necesitan un hogar seguro y amoroso.
Entre los animales que buscan un hogar están Dulcinea, una mamá rescatada del abandono y ya castrada; Peluche, un gato rescatado de la calle que está en tratamiento; y Tutú y Lila, dos bebés rescatados de una colonia que están amansados y tratados.
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