El próximo 30 de Noviembre San Andrés de Giles cumplirá 2010 años de vida. Desde Infociudad decidimos homenajear a dos vecinos emblemáticos de nuestra comunidad. En esta edición, Don Vicente Cutillas fue el elegido.El relato de a continuación es una transcripción de una charla con la Profesora e Historiadora Graciela León, quien nos describió de pies a cabeza al recordado vecino.
Sus primeros años de vidaDon Vicente Cutillas nació en Valencia, España cuando corría el año 1785. Era miembro de una familia compuesta por sus padres y dos hermanos varones. Al obtener la edad suficiente viajó a Orihuela, una población más importante que su pueblo de nacimiento, con el fin de estudiar Gramática Latina y Filosofía en la Universidad.La suerte no lo acompañó. Cuando transitaba sus primeros años de estudio se desató una epidemia de fiebre amarilla. Vicente se vio obligado a abandonar Orihuela y sus sueños de estudiante para volver a su casa buscando aires de campo más sanos. Pero la epidemia se extendió y se llevó gran parte de sus seres queridos, su padre y sus dos hermanos fallecieron. El joven Cutillas quedó solo con su mamá.Con la invasión de las fuerzas napoleónicas a España, los españoles se prepararon para resistir la invasión francesa, él es incorporado a un regimiento. Sus buenas condiciones para los asuntos militares le van a dar grado y un nuevo destino: el Rio de La Plata. Allí se había producido la revolución de Mayo, las tropas españolas emplazadas en el Montevideo gobernado por Vigodet; no reconocían a la Junta de Gobierno de Buenos Aires, por tal motivo las fuerzas patriotas le pusieron sitio a la ciudad.Llegada al paísVicente Cutillas finalmente arribó al continente americano. Su batalla en el nuevo territorio no duró demasiado, a días de su desembarco el General Vigodet se rindió. Carlos María Alvear quedó al mando de las fuerzas sitiadoras. La intención de los patriotas era destinar a los soldados españoles a distintos lugares donde los iban a alimentar hasta tanto vinieran los buques para embarcarlos y regresarlos a España.Cutillas estaba en calidad de prisionero con ciertos resguardos. Su primer destino fue una especie de barrio que era habitado por negros. A pesar de que muchos soldados españoles para perder la condición de “prisioneros” se alistaban a las tropas criollas, Don Vicente prefirió seguir alineado a su regimiento. Al pasar las semanas llegó una nueva orden: los prisioneros debían trasladarse a Buenos Aires. Allí les permitieron realizar empleos bajo cierta promesa de no tomar las armas ante las fuerzas nacionales.Vicente comienza a trabajar en lo que se presenta, fue ayudante de pulpería, pulpero y panadero. Aunque la estadía en nuestras tierras se prolongaba y las esperanzas de embarcarse rumbo a España se desvanecían, él seguía pensando en su tierra natal. La vida en Buenos Aires lo llevó para el lado de la Cañada de la Cruz, donde comienza a trabajar para el Sr. García. Su estilo prolijo y ordenado le permitió comprar vacas que alojó en el campo de su patrón. Vicente comenzaba a moldear sus primeros proyectos en el país.San Andrés de GilesEn 1831 una sequía arrasó los campos de la Provincia de Buenos Aires. La condición climática complicó a Cutillas. No sólo perdió a sus vacas sino que también a su patrón que fallece al poco tiempo. Don Vicente quedó al mando de la familia de García, junto a la viuda Ángela Olivera y sus dos niñas se instala en San Andrés de Giles para comenzar una nueva vida.Los cambios fueron muchos. Las tareas rurales que desempeñaba las cambio por interesantes empleos que alcanzó por su condición de hombre culto. Vicente leía y escribía perfectamente, un don sumamente preciado para la época. Con Ángela no sólo llevó adelante el hogar sino que también se unió en matrimonio.Como escribiente de los jueces de paz, comienza a relatar todo lo que se relaciona con el movimiento social – político de San Andrés de Giles. Sin darse cuenta Don Vicente se transformó en el primer historiador del pueblo. Al poco tiempo de asentarse en la ciudad va a nacer su única hija, Anastasia Cutillas, que se sumó a Cruz y Micasia (hijas de Ángela con García) para completar la familia.Los Cutillas construyeron dos casas en la ciudad, aunque la mayor parte de sus días la pasaron en la esquina de las actuales Alsina y San Martín. No todo fue color de rosas en nuestro lugar para Don Vicente, antes del nacimiento de Anastasia la familia perdió a dos varones a corta edad por consecuencias de enfermedades de la época.Vicente se va dedicar mucho al adelanto del pueblo, porque él va a tomar participación en la construcción de las iglesias sucesivas que tuvimos y en la creación de los cementerios. Junto a otros vecinos pusieron horas de trabajo para que las instituciones se consoliden y para que la comunidad tenga participación directa.Como escribiente Cutillas estuvo en cada uno de los detalles. En sus hojas detalló los ornamentos, los muebles que había en la iglesia, las plantas de la Plaza Constitución (hoy San Martín), hasta a cuanto se vendieron los eucaliptos cuando fueron sustituidos. Todo lo que pasaba en San Andrés de Giles era redactado minuciosamente por Vicente, que por el amor a las tierras que lo cobijaron cuidaba el patrimonio con sus letras. A tal punto que cuando se construyó el tercer cementerio ubicado sobre calle Etcheverry frente a la actual Plaza Mitre, personalmente Cutillas lo arregló, le puso plantas y flores. Algunas memorias de la época dicen que estaba tan bien cuidado que la gente iba a pasear al lugar donde descansaban los restos de sus pares.Cutillas también ocupó otros cargos, fue juez de paz sustituto y fue presidente de la comisión de solares. Esa última institución se dedicaba a la comercialización de los terrenos y al orden urbano. Es decir pensaba de qué manera debía crecer San Andrés de Giles.Sus últimos díasLos hijos de Don Vicente emigraron a Buenos Aires. En aquellos años los jóvenes en busca de posibilidades laborales se ubicaban en los grandes centros urbanos. Con Ángela pasaron sus días hasta envejecer en San Andrés de Giles, luego los hermanos decidieron llevar a sus padres a la gran ciudad. Allí en 1981 rodeado de su familia, con nietos incluidos, Cutillas falleció.No pudo volver a España aunque encontró en San Andrés de Giles su lugar en el mundo. Cutillas pasó a ser de un prisionero a un emblemático ciudadano. El cuaderno dedicado a su hija Anastasia son sus memorias de los primeros años de nuestro pueblo nos permitió conocer hoy la historia del lugar que habitamos. Don Vicente fue el vecino que nos describió.