Complejo Aeropuerto tuvo su gala anual. Sí, su gala. La noche del aniversario no es una más, es la fecha en la que todos quieren estar, la que se agotan las entradas en pocos días y muchas generaciones se vuelven a encontrar con la nostalgia que genera ver a Miguel “Conejito” Alejandro cantando todos sus clásicos.
Seguramente semejante éxito es difícil de entender para quienes no conocen la historia del Complejo Aeropuerto. Pasaron 27 años de esa noche apertura que tuvo al cantante de Río Cuarto en el escenario y en la que se regaló un Renault 12 usado, pocas cosas de aquella estructura están de pie aunque la mística es la misma. Incluso año a año la locura es mayor.
“Estuve la primera noche, nos dejó entrar el papá de un amigo que trabajaba en la barra. Teníamos 14 años. Hoy estamos todos acá de nuevo, juntos con nuestras parejas, viendo a Conejito, es una locura porque esta fecha es especial ahora” nos contó uno de los presentes mientras sonaba Septiembre de fondo haciendo delirar a la marea de gente.
En el escenario Miguel Alejandro fue amo y señor. Desde Soldado del Amor hasta Orgullosa, pasando por Dime Dime y tantos otros hits. El público lo acompañó con un recibimiento a “nivel de ovación” como suele describir Matías Valli parafraseando a su papá y mentor: el recordado Héctor. También la gente coreó su nombre como si fuera la estrella de un equipo de fútbol, entregó la garganta cantando sus temas y lo despidió con un largo y sentido aplauso.
Fuegos artificiales, un show impecable de la Banda XXI, un versus para cerrar, papelitos, pantallas gigantes con transmisiones en vivo, una nueva configuración para el salón principal y muchas otras atracciones fueron también parte de una fiesta aniversario a toda orquesta.
El “Gigante del Oeste” demostró el sábado por la noche porque ahora es el “Complejo de la diversión”. No importa la edad, no importan las diferencias sociales ni la ciudad donde uno es oriundo. Una vez que se pisa el suelo de la gala, todo se resume a pasarla bien.
Y cuándo la mañana se acerca la pregunta es la misma: ¿hasta cuándo? ¿será la última de “Conejito”? ¿vendremos el año que viene? Por lo pronto, es mejor disfrutar el presente y en los próximos días recordar cada perlita que el aniversario nos dejó. Porque en definitiva de eso se trata.