Desde el 12 de noviembre hasta el 12 de diciembre, la oceanógrafa Valentina Giunta participará en una campaña a bordo del rompehielos alemán Polarsten. La joven gilense fue la única argentina elegida para sumarse a esta experiencia. El equipo, integrado por 24 científicos de todo el mundo, realizará una capacitación desde Bremerhaven, Alemania, hasta Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Infociudad conversó con esta flamante profesional de la ciencia para conocer los detalles de esta gran iniciativa.IC: ¿Cuáles son los objetivos de la campaña en la que vas a participar?VG: El objetivo es capacitar a bordo a científicos de distintas partes del mundo en la toma y procesamiento de datos del océano. El recorrido va desde la ciudad alemana Bremerhaven hasta Ciudad del Cabo, Sudáfrica. La campaña reúne a profesionales de diversas disciplinas relacionadas con el mar. Los organizadores son la entidad irlandesa SMART, el centro de Oceanografía alemán AWI y POGO, un centro de investigación científica de excelencia. Ellos fueron los encargados de elegir a los 24 participantes, entre los que se encuentran biólogos marinos, meteorólogos, químicos, y oceanógrafos. Para los oceanógrafos esto es esencial. Nosotros trabajamos con datos extraídos de campañas. Para obtenerlos, el barco para en distintos puntos del océano, se bajan los instrumentos hasta el fondo y se van reuniendo los datos. Esta vez, se van a estudiar las corrientes generales que se producen en el Océano Atlántico y ver su impacto en el clima. La circulación del Atlántico está muy relacionada con la atmósfera. Ambos interactúan constantemente entre sí. Un cambio que se genera en el océano puede ser producto de la atmósfera y viceversa. Acá no vamos a analizar a ciencia cierta qué es lo que pasa ya que esos datos se trabajan posteriormente a la campaña, frente a una computadora.IC: ¿Qué te motivó a postularte y qué esperás de esta experiencia?VG: Es la primera vez que me embarco. En Argentina se hacen dos campañas al año con suerte, si el barco está en condiciones. Acá contamos con una sola embarcación para hacer esa clase de trabajo. Nunca tuve la posibilidad de participar porque los cupos siempre son pocos. Esta convocatoria me pareció genial. En mayo mandé mi currículum junto con una carta de la directora de mi tesis, donde detallaba por qué me beneficiaba esta experiencia, más una carta mía para contar por qué quería ser parte. Sé que fue muy competitiva y que participó mucha gente de todo el mundo. Siempre quise hacer esto, ya soy oceanógrafa y nunca había tenido la posibilidad de llevarlo a cabo. La experiencia de conocer un montón de científicos de todas partes del mundo, con su cultura y su idioma, debe ser increíble e impagable. Estoy ansiosa por saber cómo es todo.IC: ¿Cuáles creés que son los desafíos que implica estudiar una carrera científica como Oceanografía?VG: Creo que la carrera es larga, por momento se hace tediosa y complicada. Sin embargo, al final se ven los frutos de tanto esfuerzo. La UBA en cuanto a ciencias es una muy buena universidad y en cuanto a Oceanografía es excelente. En mis años de estudio siempre fuimos menos de 10 alumnos. Un año antes de que yo entrara a la universidad era solo 1 estudiante de Oceanografía. No es una carrera conocida, pero te abre muchas puertas, te permite estar a la altura de universidades europeas o estadounidenses. Uno a veces piensa que la mejor educación está afuera, pero esto también sucede acá. Al ser recibida de la UBA, cada vez que me postulo para hacer un doctorado en el exterior tengo la posibilidad de quedar preseleccionada para las entrevistas. Y eso me lo da la facultad. También abre posibilidades para hacer cursos o presentar trabajos. En ese sentido, defiendo mucho la educación pública y la UBA en sí.IC: ¿Qué consejo le darías a quienes tienen interés en estudiar una carrera científica?VG: Les diría que busquen, que no se queden en lo típico, en lo que conocen o en lo que la mayoría estudia. Básicamente, uno tiene que ponerse a investigar. Por ejemplo, en la facultad a la que pertenece Oceanografía siempre se brindan charlas sobre las carreras que se dictan. Así fue como yo conocí esta área de estudio. En Ciudad Universitaria se organizan las semanas de las ciencias de la tierra, donde se muestra de qué se trata cada carrera: Geología, Meteorología y Oceanografía. También existen las jornadas dedicadas a la Física y a la Matemática, por ejemplo. Además de esto, se ofrecen charlas de orientación vocacional.Considero que son carreras muy interesantes, no conocidas y realizables. La ciencia tiene muchísimas ramas. No se trata de un trabajo abstracto, ni tampoco todos somos científicos de laboratorio con pipetas y preparados, como piensa la mayoría. Hay científicos de todas clases y eso es lo bueno. Por más de que yo sea oceanógrafa siempre me relaciono con biólogos y meteorólogos lo que me permite conocer un poco de las demás disciplinas. Es súper lindo porque interactuás con profesionales de otras áreas y eso es enriquecedor. La campaña en la que voy a participar es un claro ejemplo de esto.Creo que es difícil para los chicos atreverse a buscar cosas diferentes porque nadie las hizo antes. Eso no tiene que ser un freno. Nunca hubo un oceanógrafo en Giles. Sin embargo, yo me recibí. Se trata de romper con las estructuras… y animarse.