Tras el anuncio de mediados de septiembre en el que, luego de varios meses de negociación, el grupo alemán Bayer cerró un acuerdo para la compra por US$ 66.000 millones de la multinacional de herbicidas e ingeniería genética de semillas estadounidense Monsanto, los productores y agricultores argentinos opinaron y creen que se podrá mejorar la oferta de tecnologías y adaptarlas a adversidades locales, pero temen por la reducción en la competencia en el mercado de insumos.Con la fusión se constituirá la compañía más grande de agroquímicos y semillas del mundo, con ventas superiores a los 28.000 millones de dólares y una plantilla de casi 140 mil empleados. Por ello, los productores sostienen que la competencia en el mercado de insumos, que requiere cada vez más investigación y desarrollo, se puede ver afectada, teniendo en cuenta que sólo 3 grupos (Bayer – Monsanto, la fusión Dow-Dupont y la operación Syngenta-ChemChina)manejan casi el 70% del mismo a nivel mundial, en tanto que en la Argentina, sobre un mercado de US$ 2457 millones, tendrán un 56%. De esta manera, el negocio está más concentrado y el resto de las marcas tendrá que conformarse con las migajas que vayan soltando.Pero, a pesar de la reducción en la competencia y a diferencia de lo que expresan algunos productores, las empresas nacionales proveedoras de insumos aseguran que es una enorme oportunidad de crecimiento, más aún para las que tienen logística propia y llegada directa al productor con línea propia de productos. También hay agricultores que dan por sentado que con Bayer se potenciará la inversión en investigación y en desarrollo que derivará en nuevos avances tecnológicos que correrán la frontera de los rendimientos agrícolas, ya que es una empresa internacional que escucha y propone reglas de juego comerciales adaptadas al país.Hay voces y opiniones de todo tipo. Muchos a favor y otros tantos en contra de la fusión Bayer – Monsanto. Se espera que la operación esté terminada para fines de 2017 o principios de 2018.Fuente: Diario La Nación