Diego Croci es un Analista Químico, Biológico e Industrial oriundo de nuestra ciudad. Está investigando la manera de combatir a los tumores con mejores opciones terapéuticas. En una charla con Feria Americana, dio sus impresiones acerca de algunas de las causas que producen cáncer, de cómo se forman los tumores y del futuro de la enfermedad.IC: ¿Cómo va el estudio y cuál es su línea de investigación?D.C.: Por suerte los estudios van bien, seguimos avanzando, no tan rápido como uno quisiera, porque a veces estas cosas son más lentas de lo que uno espera. Básicamente lo que nosotros hacemos es tratar de entender cómo el sistema inmunológico y los tumores se comunican para tratar de encontrar mejores opciones terapéuticas para combatir a los tumores. Un tumor es un conjunto de distintas células, no sólo células malignas, sino también normales del organismo. Lo que hacen los tumores es corromper esas células normales para que trabajen para su provecho y lo que nosotros tratamos de entender es cómo hacen eso para devolver a esa célula del organismo su capacidad de combatir al tumor y no de ayudarlo.IC: Entonces ustedes atacan a aquello que alimenta al tumor…D.C.: Claro, lo que está creciendo es un conjunto de células malignas y normales, pero por alguna razón las células malignas corrompen a las normales para que, en lugar de atacarlas y eliminarlas por ser anormales, trabajan para ellas; es como que se genera una asociación mafiosa entre la célula tumoral propiamente dicha y las células normales del organismo. Entonces, si de alguna forma entendemos cómo opera ese sistema, creemos que podemos enseñarles a las células normales a que puedan dejar de ver como buenas a las células tumorales y las combatan. La idea es que no necesites usar agentes nocivos y tóxicos, sino que tu propio organismo se encargue de eliminar el tumor, que de hecho puede y lo hace muchísimas veces. En el transcurso de la vida de una persona, muchas veces se generan células malignas que el sistema inmune elimina, pero cuando no puede es cuando se hace clínicamente detectable un tumor, que es cuando se manifiesta la enfermedad.IC: Dijiste que el cuerpo puede generar muchas células malignas pero las combate y no pasan a mayores, y que hay otras que sí pasan a ser clínicamente detectables, ¿por qué pasa esto? ¿Qué pasa en el medio?D.C.: Pasan un montón de cosas. Por algún motivo esa célula que está en lucha contra el sistema inmunológico, desarrolla estrategias para ganarle, camuflarse y contraatacar y evadir a la respuesta inmunológica. Si eventualmente gana la célula cancerígena, se va a desarrollar el tumor, sino va a ser eliminada. Es como una lucha constante.IC: ¿Puede haber algo relacionado con lo emocional que haga que eso cambie en ese momento?D.C.: Sí, el estrés. Cualquier evento emocional fuerte es causa de estrés. Se sabe que en condiciones de estrés, se producen algunas hormonas distintas y que el sistema inmune responde a eso frenándose o aplacándose. Por eso, se dice que una persona estresada se enferma más. Hay una conexión entre el sistema nervioso y el endocrino, que es el de las hormonas, que afectan la respuesta inmune.IC: Teniendo en cuenta que es un tema de importancia mundial, ¿hay un trabajo con otros equipos de otros lugares del mundo para compartir información y avanzar?D.C.: Sí, de hecho somos un montón de grupos en el mundo que trabajan en este tema y otros relacionados. La información se comparte y se transmite libremente, es decir, cualquiera puede ver nuestros resultados y nosotros podemos ver los de los demás y así construimos nuestras hipótesis y nuestras ideas en función de lo que otros encontraron.IC: Junto a estos descubrimientos, ¿hay alguna conducta que hayan detectado en el ser humano que puede hacer para evitar estos ataques de estas células?D.C.: Sí, hay un montón. Ninguna es 100% efectiva ni ninguna explica el 100% de la enfermedad. Hay una predisposición genética, que existe y hay gente que tiene más que otras, pero eso explica el 30% de la enfermedad, el otro 70% se explica por el ambiente y por otras características del comportamiento humano como la dieta, el hacer ejercicios y llevar una vida sana. Es una sumatoria de genes y cosas ambientales que hacemos nosotros en nuestra vida cotidiana.IC: En cuanto a esto, teniendo en cuenta el progreso tecnológico, los agregados que se le ponen a la comida y la forma en que comemos, ¿puede llegar a influir en un posible tumor o formación de células malignas?D.C.: Sí, como poder puede, aunque igual hay más mito que realidad en eso. Seguramente es cierto que muchos productos químicos que hoy comemos son inocuos, quizás en 20 años en realidad no lo sean tanto. Muchos productos derivados de la industria o de la contaminación pueden explicar algunas cosas, pero no sabemos cómo funcionan. De hecho, en cuanto se sabe de alguno se elimina del mercado, se prohíbe o sale de la venta; están continuamente bajo evaluación. En ese sentido la regulación y el control es estricto a la hora de elegir qué productos comer y cuáles no.IC: Da la sensación que en este último tiempo crecieron los casos de cáncer, ¿ese crecimiento se acompañó desde la ciencia para prevenir o intentar buscar alternativas?D.C.: Sí, la incidencia de cáncer está creciendo. Eso se debe a distintas causas: una puede ser el estilo de vida moderno, que contribuye al estrés, a la mayor exposición a gente, y otra son los propios avances de la medicina en cuanto al diagnóstico, que hacen que hoy en día sea mucho más sencillo y más preciso el diagnóstico de muchos cánceres que antes no se detectaban básicamente. Pero también eso hizo que haya una mayor tasa de supervivencia en muchos de los tumores que hoy tenemos. Por ej., para los tumores más comunes que hoy tenemos, como el cáncer de mama y el de colon, hay muchísimas opciones terapéuticas. En cambio, para algunos todavía son muy agresivas y no hay otras opciones. Las dos cosas fueron creciendo, lo buenos es que cuando miras la curva de crecimiento de los tumores se fue aplacando y la curva de crecimiento de las terapias está creciendo mucho. Se cree, o es lo que esperamos los que trabajamos en esto, que en los próximos 20 años ya se cambie el balance y la curva de tumores empiece a caer y la curva de tratamiento aumente aún más. Esto no quiere decir que no vaya a haber más cáncer, eso es una fantasía, más que nada porque es una enfermedad con la que vamos a convivir durante la eternidad. A lo que tenemos que aspirar es a convivir y que se vuelva, de alguna forma, una especie de enfermedad crónica o una enfermedad que pueda ser controlada sin riesgo para la vida, eso es a lo que se aspira desde la ciencia.