Hoy, 31 de marzo, se conmemora el
Día Mundial de la Prevención del Cáncer Colorrectal para generar mayor conciencia sobre el impacto de esta enfermedad y el rol de la prevención. El diario La Nación realizó una muy interesante y completa nota sobre esto, de la que InfoCiudad se hizo eco y a continuación compartimos.El cáncer de colon o colorrectal (CCR) es causado por el crecimiento anormal de las células que revisten al colon y el recto, los dos sectores que forman el intestino grueso. Estos crecimientos (conocidos como pólipos) suelen ser benignos, aunque algunos pueden desarrollarse y malignizarse.Esta enfermedad es la
segunda causa de muerte por cáncer en Argentina, aunque si el diagnóstico se realiza en etapa temprana, la
posibilidad de curación es superior al 90%. Por eso es que es muy importante hacerse los estudios preventivos correspondientes lo antes posible. “Los estudios son importantes porque a diferencia de otro tipo de tumores, el CCR presenta una lesión precursora, que si se detecta, tiene la ventaja de que se puede tratar, con lo cual se evita que se produzca la enfermedad. Para ello es necesario que tomemos conciencia acerca de la
importancia de la realización de los estudios, como por ejemplo la colonoscopía“, afirma el doctor Fabio Nachman, jefe del Servicio de Gastroenterología de la Fundación Favaloro entrevistado por La Nación.La Argentina es un país con alta prevalencia de cáncer de colon. Actualmente afecta aproximadamente a 13 mil argentinos, sin distinción de sexo.
7000 personas mueren por año, un promedio de 17 por día, debido a una enfermedad que en el 90 por ciento de los casos puede curarse.Según la nota publicada hoy, esta enfermedad puede comenzar a desarrollarse
a partir de los 40 años. Y con el incremento de la edad, sube también el riesgo de padecerlo: una de cada cuatro personas de más de 50 años tiene pólipos, y más del 50 por ciento de los pacientes que ya tienen uno, sobrepasan los 60 años.La edad no es el único factor desencadenante del cáncer de colon. Los antecedentes familiares, la obesidad, la falta de ejercicio físico, el tabaquismo, la ingesta de alcohol y los factores genéticos vinculados a mutaciones genéticas hereditarias, pueden aumentar el riesgo de contraerlo. Por lo que es clave que el paciente, frente a cualquier alteración del tránsito intestinal o la presencia de sangre en la evacuación, concurra inmediatamente a su médico de cabecera y se realice estudios preventivos.Otras
recomendaciones para prevenir la enfermedad, además de los chequeos médicos, son: llevar una
dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas varias veces por día;
disminuir la ingesta de carnes rojas y grasas de origen animal; limitar las calorías de la dieta y mantener el peso corporal adecuado; hacer regularmente actividad física.Según los expertos consultados por el diario,
el cáncer de colon se desarrolla en la última porción del tubo digestivo, el intestino grueso, que está compuesto por el colon y el recto. Se produce como consecuencia de una
compleja interacción de factores hereditarios y ambientales. Inicialmente, en la etapa denominada fase temprana, el tumor se localiza en la pared del intestino, pero si no es detectado en esta etapa, el tumor puede diseminare en el cuerpo, generando metástasis.Existen varias formas de cribado (estrategia para detectar una enfermedad), que incluyen: la detección de sangre oculta, o ADN, ambos en materia fecal, la tomografía computada, la radiología, la endocápsula colónica y la colonoscopia.
La recomendación es efectuar colonoscopia, que permite a la vez detectar, caracterizar y tratar (resecar) los pólipos detectados.Los
primeros síntomas del CCR suelen ser ambiguos, motivo por el cual en algunos casos se llega tarde al diagnóstico. Algunos de ellos son:
sangrado rectal, cambios en la forma habitual de evacuar el intestino, dolores abdominales o rectales frecuentes, bulto en el abdomen o el recto, pérdida de peso, anemía, etc.Para finalizar, el doctor Guillermo Méndez, médico oncólogo-clínico del
Hospital Udaondo y la Fundación Favaloro, aseguró que “generalmente, el cáncer nace de un pólipo que tarda entre 5 a 10 años para volverse cáncer, por lo que hay mucho tiempo de prevenirlo, y ese, es el gran desafío de la salud pública: reforzar la educación y estrategias de prevención, y el diagnostico precoz”.Fuente: Diario La Nación.