Redacción Infociudad 


En el mundo del deporte, las cábalas y la suerte juegan un papel fundamental. Sin embargo, en San Andrés de Giles, parece haber una nueva regla no escrita: si querés que te vaya bien, vestite con Crazy Twins. La empresa textil local ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad que no para de crecer, sosteniendo una racha de éxitos que la posicionan como un verdadero “trébol de cuatro hojas” para quienes la eligen.
Los hechos hablan por sí solos. Agustín Canapino, el máximo referente del automovilismo nacional actual y embajador de la marca, viene de cerrar una temporada histórica. El arrecifeño consiguió la triple corona de la ACTC, coronándose campeón en el TC, TC Pick Up y TC 2000. Como si fuera poco, hace apenas unos días, Canapino recibió el Olimpia de Oro, la máxima distinción a la que puede aspirar un deportista argentino. En cada podio y en cada festejo, el logo de Crazy Twins estuvo allí, acompañando al campeón.
Hace poco más de un año, Darío Monsalvo y Valeria Santía, propietarios de la marca, apostaron por un proyecto ambicioso: vestir a Gimnasia de Chivilcoy en su camino por el Federal A. La ilusión de los dueños de Crazy Twins se vio recompensada recientemente con una noticia que paralizó a la región: en el sorteo de la Copa Argentina, la “bolilla de la fortuna” determinó que el club de la vecina localidad se enfrente nada menos que a Boca Juniors.
Este partido histórico no solo será un hito para el club chivilcoyano, sino también para Crazy Twins, que verá sus diseños en el centro de la escena nacional ante el club más grande del país.

La “suerte” de la marca también se extiende a a la Pelota Paleta. El múltiple campeón de paleta, Facundo Andreasen, quien este año brilló en diversos mundiales y también ganó su terna en los Premios Olimpia, es otro de los atletas de élite que confía en la calidad de la indumentaria gilense.
Pero Crazy Twins no olvida sus raíces. En el plano local, la marca sigue siendo el sostén estético y deportivo de instituciones emblemáticas como El Frontón y Villa Manchi, demostrando que su capacidad de producción puede atender tanto al deportista de alto rendimiento como a los clubes de barrio con la misma pasión.
El crecimiento de la empresa se palpa en la calle. Recientemente, Crazy Twins inauguró su showroom en San Andrés de Giles, un espacio que se suma a su potente plataforma de venta online que llega a todo el país a través de su página web.
Hoy, la marca no solo viste deportistas; también atiende la demanda de instituciones y empresas que buscan calidad y diseño para sus equipos de trabajo. Con el respaldo de los resultados y la calidez de una atención familiar, Crazy Twins demuestra que, aunque la suerte ayude, el verdadero motor es el trabajo diario de una Pyme que ya no tiene techo.