


Muchos nostálgicos todavía guardan hermosos recuerdos de las épocas en las que funcionaba el tren y conectaba todas las localidades y pueblitos de la zona. San Andrés de Giles aún conserva, imponente y con su aspecto original, la estación de ferrocarril que fue testigo de épocas de progreso. Sin embargo, el ramal completo yace abandonado. Donde antes resonaban silbatos y llegadas, ahora funciona el Centro de Combatientes de Malvinas. El último tren de pasajeros del Ferrocarril Urquiza pasó por sus andenes en 1993, dejando atrás un patrimonio que hoy es fotografiado por visitantes, quienes notan una ausencia peculiar.
Entre esos visitantes está Numas Natapof, un vecino de Luján de 48 años, ciclista aficionado, quien se dedica a recorrer caminos rurales para encontrar y fotografiar las estaciones con sus carteles nomencladores. Muchas de esas estaciones son conocidas y visitadas por turistas; otras, olvidadas entre los yuyos de la llanura pampeana. Sus aventuras quedan registradas en su Instagram, a modo de diario de viaje.
Fue Numas quien, tras visitar Giles en varias oportunidades, contactó a Infociudad con una pregunta concreta: ¿por qué la estación de San Andrés de Giles no tiene el clásico cartel nomenclador de cemento? Estos carteles, señales verticales que identificaban cada estación con su nombre, son un elemento clásico del Ferrocarril Urquiza y pueden apreciarse en las estaciones de las localidades como Heavy, Cucullú, Villa Ruiz y Azcuénaga.

“Es raro que no estén, son carteles de cemento, no se deterioran, alguien lo debe haber sacado y cambiado de lugar”, comentó Numas con extrañeza. “Son las nomenclaturas de la estación. La línea Urquiza tiene justo esta característica, carteles de cemento, y todas las estaciones lo tienen pero justo en Giles no está, siempre me llamó la atención, por qué, siendo cabecera de partido, no estaba”. “Echegoyen, Torres, Carmen de Areco, Gahan, Salto, La Invencible, Hunter, Guido Espano y Rojas, todas estas localidades que son del mismo ramal tienen el cartel”, agrega.
La inquietud de Numas encuentra eco en los recuerdos de los vecinos con más años, quienes aseguran haber visto el nomenclador en el pasado, cerca de los baños de la estación. La pregunta queda flotando: ¿Dónde está ese pedazo de historia ferroviaria que alguna vez señaló el nombre de Giles?
La incógnita del nomenclador se enmarca en una historia de gran importancia local. A fines del siglo XIX, la llegada del tren transformó San Andrés de Giles. La estación se inauguró en 1889 como parte del ramal del Ferrocarril General Urquiza, impulsado por los hermanos Lacroze y acompañado por locomotoras famosas como La Invencible y La Coqueta. Este hito marcó un punto de inflexión en el desarrollo local, facilitando el contacto con la Ciudad de Buenos Aires, promoviendo el comercio y la integración social, al igual que sucedía en las estaciones cercanas de Cucullú y Heavy, en el ramal hacia Rojas. Hoy, mientras el edificio se mantiene en pie, su señal de identidad más perdurable parece haber desaparecido sin dejar rastro.