Las fiestas de fin de año, sinónimo de celebración y alegría para muchos, representan un periodo de gran estrés y angustia para las familias con personas dentro del espectro autista (TEA), debido al uso masivo de pirotecnia sonora. Infociudad charló con Macarena Maira, mamá de dos niños con autismo, e impulsora de @Crianzaconautismo.sag, un espacio de comunicación donde enseña y muestra cómo es su vida familiar criando a sus hijos. En una entrevista clara y necesaria, detalló las graves consecuencias que los estruendos provocan en la salud de sus hijos y en la dinámica familiar, e hizo un llamado a la comunidad y a las autoridades para construir festejos más inclusivos.

Infociudad: Como mamá de dos niños con autismo, ¿podrías contarnos qué pasa en tu hogar cuando hay pirotecnia sonora y cómo reaccionan tus hijos ante las bombas de estruendo?

Macarena Maira: Cuando la época de las fiestas llega suele ser una tortura, al tener 2 niños con autismo muchísimo más. Tengo uno que lo padece más que el otro, desde pequeño que cualquier tipo de sonido fuerte lo afecta (hasta una cortadora de pasto o una licuadora) imagínate frente a la pirotecnia sonora, suele taparse los oídos o querer salir corriendo desorientado.

IC: ¿Qué consecuencias concretas tiene el uso de pirotecnia en la salud emocional y física de personas con autismo?

MM: Las personas con autismo tienen una hiper sensibilidad auditiva por lo que pueden llegar a escuchar 5 veces más que cualquier persona neurotípica, sienten todo con mayor intensidad. Ante una situación de pirotecnia se angustian, sienten miedo, temor y ansiedad por no saber qué pasa, les agarran crisis sensoriales. Lo que hace que todo su sistema permanezca en alerta por mucho tiempo generando crisis de llanto, algunos se autolesionan o lesionan a quienes tienen al lado, o tienden a salir huyendo.

IC: En una ciudad como San Andrés de Giles, donde la venta de pirotecnia no está prohibida, ¿sentís que hay información suficiente sobre cómo este tipo de ruidos afecta a personas con autismo y otras hipersensibilidades?

MM: No, no hay conciencia de lo que esto puede llegar a generar y lo que tenemos que transitar las familias que estamos dentro de este espectro. No solo pasa en las fiestas sino que aún se sigue utilizando la pirotecnia sonora para festejar cualquier cosa. Cabe aclarar que no solo afecta a las personas TEA sino que también hay muchas personas con otras discapacidades como por ejemplo parálisis cerebral que también se ven afectadas.

IC: ¿Qué estrategias o recursos tienen que implementar las familias para atravesar fechas como las fiestas, y qué costo emocional implica tener que “protegerse” de algo que podría evitarse?

MM: Como estrategia solemos irnos adentro llegadas las 00, poner música, reducir estímulos lo más posible y tratar de distraerlos con lo que a ellos les gusta. Tener que hacer esto todos los años como familia nos genera una sensación de injusticia porque es algo que se puede evitar y que es totalmente innecesario.

IC: ¿Qué mensaje te gustaría dejarle a la comunidad y a las autoridades locales respecto al uso de pirotecnia y la necesidad de generar mayor empatía y conciencia?

MM: Me gustaría pedirle a la comunidad y a las autoridades que tomemos verdadera conciencia sobre el daño que provoca el uso de la pirotecnia. No se trata solo de una tradición o de un momento de diversión, sino del impacto real que genera en muchas personas, especialmente en quienes están dentro del espectro. La empatía es entender que lo que para algunos es ruido y festejo, para otros es miedo, angustia y sufrimiento. Necesitamos más información, más compromiso y políticas que promuevan festejos sin estruendos, para construir una sociedad más inclusiva, respetuosa y consciente.