Redacción Infociudad 


Como en todo el país, el resultado sorprendió. Ni el más optimista de las ideas liberales hubiese imaginado que en San Andrés de Giles el candidato Diego Santilli podía ganar por tanto. Pero pasó y el panorama se volvió a acomodar, aunque más para adentro que para afuera.
Cuándo se conoció la baja de José Luis Espert, por presuntos vínculos con el narcotráfico, y el posicionamiento de Diego Santilli a la cabeza, la campaña en Giles revivió. El Pro tomó la iniciativa y desplegó un aparato que, a diferencia de septiembre, se hizo notar. Los dirigentes caminaron la ciudad y las localidades, las reuniones con vecinos se replicaron y la ola más amarilla que violeta empezó a expandirse.
Claro que esto no fue casual. El sector de Mercedes Condesse hizo cuentas rápidas: sabía que si conservaba votos de Hechos, convencía a más vecinos para ir a votar y con el arrastre de Santilli -que casi siempre le fue bien en Giles- la podía dar vuelta por escaso margen. Incluso, lo que más motivaba a los amarillos era la posibilidad de impulsar su “método” de campaña con fuertes críticas a la gestión local y una nueva fiscalización, algo que en la elección de septiembre quedó relegado a las órdenes liberales.
Sin embargo, este cambio de paradigma se vio completamente beneficiado por una tendencia que se expandió en el plano provincial. Luego del contundente triunfo de Fuerza Patria en septiembre, la provincia pasó a ser violeta en la mayoría de los distritos del interior. La campaña fue otra con un nuevo sistema de votación, menos participación de los intendentes y un bajo volumen de discusión política.
Llegando a las 19 horas empezaron a llegar los resultados de las primeras mesas con contundentes triunfos de La Libertad Avanza. Incluso, en escuelas donde el peronismo había arrasado los números cambiaron. El espacio del presidente Javier Milei sumó 7.093 votos (51%), mientras que Fuerza Patria 4.877 votos (35%).
En un sorpresivo tercer lugar quedó el abogado Fernando Burlando con Propuesta Federal para el Cambio que sacó 371 votos (2,6%). Más atrás quedaron El Frente de Izquierda y los Trabajadores que sacó 364 (2,6%) y Provincias Unidas con 288 (2%).
San Andrés de Giles tuvo un 68,9% de participación -14.666 vecinos votaron- ante un 68,1% de la provincia.
La Libertad Avanza se impuso en casi todas las mesas, salvo en la 3, 41 y en la 65 (Villa Espil) donde ganó Fuerza Patria.
En comparativa con Septiembre, La Libertad Avanza sumó 1.981 votos. Por su parte, Fuerza Patria perdió 901 votos. Claro está que se trata de dos elecciones completamente diferentes con una tendencia similar en toda la región.
La elección de ayer en Giles tendrá peso en el orden interno de los partidos políticos locales. El Pro se mostró como un mejor intérprete de la realidad local, incluso se puso al hombro una campaña que muchos liberales pura cepa no creían posible revertir. La pulseada la ganaron los amarillos y ahora su fuerza interna será otra.
Al perder la mayoría histórica que había logrado en el HCD, la oposición no tiene más opción que reagruparse para adentro. Es decir, empezar a construir desde lo político el camino al 2027 con un menor impacto en la legislatura local.
La derrota del peronismo y su impacto en Giles es una incógnita. Si este espacio se fragmenta -según versiones locales incluso- el municipio estaría en problemas políticos -además de los económicos que ya tiene- al no contar con la mayoría de concejales que tanto le costó.