Raro. A poco más de una semana de las elecciones legislativas provinciales del 7 de septiembre las campañas locales no despiertan. Es innegable que el tema no está en la calle ni siquiera en los principales medios de comunicación, que en su mayoría, limitan la actividad a la pauta publicitaria.

No es habitual que durante un mes de campaña las voces de los candidatos no tengan eco en Giles. Pero hay una explicación, o por lo menos, aparecen motivos reales por los que se atraviesa una campaña de bajo volumen, casi imperceptible.

En primer lugar, la campaña visual en la calle es nula. Fuerza Patria colocó recién esta semana algunos pasacalles como “para cumplir” con la tradición; Hechos, con la fuerte banca de Passaglia, si montó carteles que rápidamente “desaparecieron” de la escena. La Libertad Avanza, nada local.

En los medios tradicionales se pueden escuchar algunos spots y si tenes suerte enganchar alguna entrevista pautada. Mientras que en las redes sociales, todos generaron contenidos aunque se limitaron a compartir sus boletas o imágenes de los principales candidatos. La creatividad no es el fuerte de esta campaña.

Ahora bien. Ninguno de los candidatos levantó la voz, o por lo menos, pudo imponer en el ruido diario una frase, una idea o un concepto clave. Las campañas se limitaron a una asociación de colores y la nulidad del mensaje político. Nada llama la atención.

La no campaña

No en todos lados la disputa política están en el modo gilense. Si bien es cierto que el desdoblamiento hizo que las campañas se localizaran y no se encuentre un faro nacional con presencia mediática, existen casos de otras ciudades donde la discusión se impuso. De hecho, en Giles ni eso hubo ya que el tradicional debate de candidatos no se realizó.

Ahora bien. Esto también puede estar intencionado. Luego del supuesto caso de coimas que involucra a la hermana de Javier Milei y un momento complejo con colectivos que incluyen jubilados, personas con discapacidad y trabajadores del Garraham; La Libertad Avanza no tiene muchos motivos como para salir a la calle con la mística del 2023. Aquellas épocas donde el ahora presidente mostraba una motosierra y era recibido con aceptación.

A esto último hay que sumarle que el PRO, sin mucho esfuerzo, seguro tendrá premio en la elección. Es decir, Augusto Bianchi a la cabeza será concejal pero muy probablemente también lo sea Mercedes Condesse que sin aparecer demasiado en la escena, volverá a la legislatura. El clima entre las fuerzas es de tensión y eso se ve reflejado en la ausencia de Condesse en la boleta y en las poquisimas acciones que llevaron a cabo en conjunto.

Algo similar sucede en Fuerza Patria. A diferencia de otras ciudades, la figura del intendente Miguel Gesualdi aparece poco. Puede ser que la gestión no le permita ocuparse de la campaña o que la estrategia sea “esconder” al Jefe Comunal que según algunas encuestas no puede mantener el nivel de aceptación que tuvieron sus antecesores. Incluso poco hablan los candidatos del peronismo de la gestión actual.

Fuerza Patria que estaría liderando las encuestas en la provincia -se desconoce en Giles- está en piloto automático. Incluso en las redes se ve una solitaria campaña de Carlos Puglelli para renovar su banca en diputados y una desconexión real con Paco Guida o la mirada local.

Hechos se apoya en una mirada más tradicional. Con muchos recursos los radicales tuvieron la oportunidad de irrumpir en una grieta cada vez más notoria. Sin embargo, no pudieron o no quisieron levantar el volumen. Sin “responsabilidades” de gestión en el plano local, provincial y nacional; y con un fuerte aparato como no les pasa en años, generaron los mismos contenidos y usaron las mismas prácticas de siempre. Hay que ver, si esta vez el resultado es distinto.