En una competencia donde lo que importa es el tamaño, Tandil tuvo que morder el polvo de la derrota y reconocer, con nobleza deportiva, que ahora el trofeo al salame más largo de la Argentina se lo lleva San Andrés de Giles. El histórico duelo entre la serranía y la llanura tuvo un veredicto claro: el salame de “La Vasquita” midió exactamente 469,18 metros, destronando al embutido tandilense que en su edición 2024 se había quedado en un respetable, pero insuficiente, 401,72 metros.
La noticia, confirmada por el diario El Eco de Tandil, llegó con el sabor agridulce de quien acepta una derrota con honor. El medio serrano no solo reconoció el triunfo gilense sino que además destacó que esta puja por tener el salame más extenso “se transformó en un clásico entre las dos ciudades”.
El récord de Giles, presentado hace unos días, no solo es un número. Es un monumento a la perseverancia, la técnica y, sobre todo, a la trayectoria de La Vasquita, una empresa familiar que se anima a competirle a los más grandes. Hay que tener en cuenta que la Fiesta Chacinar de Tandil comenzó en 2014, con la empresa Cagnoli, que tiene un desarrollo productivo mayor. Sin embargo, a la familia Meretta le sobra coraje para hacerle frente año a año, edición tras edición.
Tandil, desde las sierras, ya debe estar afilando los cuchillos y planificando la revancha para la edición que viene, pero en Giles, no les tenemos miedo.