*Por Victoria Ghibaudi, alumna de la Escuela Técnica N°1, y pasante en Infociudad
En Argentina, desde la inserción de la tecnología en nuestras vidas, se optó por integrarla al ámbito educativo. Sin embargo, muchos docentes y familias aseguran que no se está trabajando de forma adecuada con ella. Ejemplos de esto son la cantidad de trabajos hechos completamente con inteligencia artificial o la cantidad de alumnos que juegan con el teléfono durante clases. Para profundizar en este tema, entrevistamos a dos especialistas que conocen las aulas desde adentro: Soledad Balmaceda, docente de Comunicación de la y Graciela Duarte, orientadora educacional de la E.E.T N° 1.
Victoria Ghibaudi: ¿Qué está ocurriendo en cuanto a la implementación de la tecnología en los colegios?
Soledad Balmaceda: Ocurre un desfasaje en cuanto a la tecnología y la educación, cuando se arma un diseño curricular se arma en un determinado momento, pero la tecnología va mucho más rápido.
Graciela Duarte: Creo que todavía la tecnología no está teniendo el impacto que pudo haber tenido, como beneficio. Creo que en general los chicos usan los teléfonos de manera negativa y se distraen mucho, si bien muchos juegan y no los usan con un fin pedagógico, son los docentes quienes no se encuentran capacitados para convertir la tecnología en algo beneficioso. Me parece que la responsabilidad está más de la docencia que del lado de los chicos.
VG:¿Qué actitud deberían tener los profesores en cuanto a la tecnología?
GD: Hay que saber usar la tecnología y no tenerle miedo o resistencia. Creo que los profesores tienen que cambiar, capacitarse y poder salir del libro y la hoja, incorporarse a lo tecnológico y a que todo está en un clic, basta de que el alumno no trabaje porque no trajo una fotocopia.
SB: Estoy de acuerdo con el uso de la tecnología para abordar los contenidos, no estoy de acuerdo con que la tecnología limite el contenido. No es lo mismo que los estudiantes lean, escuchen y reflexionen a que se vean un video donde los contenidos ya están procesados. No todo debe pasar por la tecnología, no intento resistirme a la ella, pero quiero que trabajen de otras maneras también, siento que se dejaron de usar otras herramientas, hay cosas que quedan por fuera de la tecnología.
VG:¿Qué impactos negativos conlleva el uso de la tecnología?
SB: El pensamiento crítico ya no tiene espacio, el trabajo del alumno con la tecnología es copiar y pegar. El análisis, la comprensión, el debate, la comparación de diversas fuentes, no se están trabajando, porque la tecnología simplifica ese proceso. Todo el proceso real de aprendizaje queda limitado o eliminado, se dificulta que presten atención y no sabes si están copiando textual o de dónde sacan la información. Les sacas la tecnología y se dificulta que puedan trabajar de otra manera. También lo veo reflejado en la paciencia, la escucha, la poca creatividad, el contenido copiado o repetido.
GD: Esto se da porque nosotros no tenemos control de las tecnologías, por eso nos cuesta ponerles límites a los chicos. Incluso dentro del aula muchos profesores no usan los teléfonos con un fin pedagógico.
SB:Los docentes también, muchas veces descargan planificaciones o las arman con inteligencia artificial, todo el sistema educativo esta siendo atravesado por una situación para la que no estamos preparados.
GD: Creo que el adulto está fascinado, más fascinado que los chicos, entonces a los adultos nos cuesta, miras la hora y te vas por redes, no tenemos control nosotros y nos cuesta ponerles limites a ellos. Creo que el problema también viene de darles a muy temprana edad un teléfono, porque está comprobadísimo que eso es perjudicial, especialmente para lo atencional.
VG: ¿Qué relación hay entre la baja tolerancia a la frustración, la poca atención y la tecnología?
SB: La velocidad con la que se adquieren las cosas, obviamente que al tener las cosas resueltas con un clic y acostumbrarme a eso no voy a aguantar a un profesor que quiera hablar veinte minutos o que quiera armar un debate, por esto es necesario entender que el proceso lleva tiempo. El alumno ya no bocetea, no investiga, no analiza, no problematiza, busca ya la solución. Esto también se ve actualmente en cómo se comunican.
VG: Graciela, ¿cuáles son las problemáticas sociales que aparecieron?
GD: Creo que a consecuencia, muchos adolescentes desarrollan problemas en cuanto a la comunicación con los adultos, porque a veces andamos a las corridas o nos es más fácil dejarlos con los celulares a jugar con ellos o escucharlos. También todo lo que se ve en redes, es todo lindo, es hermoso, es todo ya, cuando no tengo eso, cuando no me parezco a esos estereotipos, cuando no soy parecido a lo que veo, afecta mucho especialmente a los adolescentes, porque están terminando de construir su personalidad.
VG:¿Qué beneficios trae lo tecnológico?
SB:El contenido puede abordarse y trabajarse de distintas formas, pueden crearse producciones con el contenido, videos, flyers, también la cantidad de información facilita el estudio y es más fácil acceder a todo tipo de información.
GD: Considero que el celular tiene que tener un fin, no para el chico juegue. La tecnología dentro del aula facilita la adquisición de información y la realización de actividades, sin hablar de los beneficios de las redes sociales y como benefician a las escuelas.
VG: Considero que, si bien las tecnologías aportan muchos beneficios no se los están utilizando de la mejor manera, pero se ven mejorías, así como la inserción de trabajos que articulan la enseñanza tradicional con lo tecnológico. Tiene que haber un balance, no se debe dejar de lado lo tradicional o lo tecnológico, es este equilibrio el que se está dificultando encontrar, pero se va por buen camino. También varias escuelas hablan de las distintas problemáticas de las redes sociales y abordan estos temas en varias materias. El cambio, si bien no se ve con claridad, está en buen camino.