Los conductores argentinos amanecieron hoy con la noticia de un nuevo incremento en el precio de los combustibles, que ya se percibe en las estaciones de servicio de todo el país. Esta nueva suba, que afecta tanto a las naftas como al gasoil, representa un nuevo golpe para el bolsillo de los consumidores.
Si bien las petroleras no han emitido un comunicado oficial conjunto detallando los porcentajes exactos por marca, las primeras relevaciones en surtidores indican un aumento que oscila entre el 3,5% y el 4% según la firma. Con esta actualización, el litro de nafta súper en Giles es de 1.358 pesos, mientras que la premium supera cuesta 1.560 pesos.
Este ajuste se enmarca en un contexto de constantes revisiones de precios, impulsadas por diversos factores. Entre ellos, la actualización de los impuestos a los combustibles, la variación del tipo de cambio y la fluctuación de los precios internacionales del petróleo, sumado a las propias estrategias de las compañías refinadoras, suelen ser los argumentos esgrimidos para justificar estas remarcaciones.
El impacto de este incremento no se limita al tanque de los vehículos particulares. Analistas económicos advierten que el aumento en los costos del transporte de mercaderías y logística se trasladará inevitablemente a la cadena de valor, afectando el precio final de los alimentos y otros productos esenciales. Esto podría generar una presión adicional sobre la inflación que viene en baja desde hace varios meses.
Por último, cabe destacar que el precio del Diesel 500 en Giles es de 1.352 pesos, y el de Diesel Infinia 1.497 pesos.