Nicolás Cipollone, instructor y competidor de Tae Kwondo, se prepara junto a su equipo para enfrentar un nuevo desafío compitiendo en San Luis. Tras superar obstáculos personales, este atleta no solo ha vuelto a competir, sino que también ha encontrado en el tatami un espacio de crecimiento y motivación. En esta entrevista, nos cuenta cómo se entrenan para la próxima competencia.
Además, comparte sus expectativas para este año, donde cada torneo acerca la posibilidad de clasificar a los Panamericanos y, eventualmente, al Mundial. Junto a su compañero Gonzalo Torralba y su alumno Rodrigo Cipollone, demuestra que el Taekwondo no solo es una disciplina de combate, sino también un camino de aprendizaje, superación y trabajo en equipo.
Infociudad: ¿Cómo se preparan para esta nueva competencia?
Nicolás Cipollone: Nos venimos preparando con todas las ganas y la motivación de volver a arrancar este camino. Esta semana fue a full porque el viernes pasado rindieron examen Gonza, que es mi compañero, para Segundo Dan, y Rodrigo, mi alumno, para Primer Dan. Además, como la competencia no es solo de combate sino también de formas, tuvimos que aprovechar estos días para que al menos puedan aprender una de las tres formas que tienen para elegir. Si bien entrenamos en serio y no nos tomamos nada a la ligera, más allá del resultado vamos con la idea de disfrutar la experiencia, seguir sumando y aprender de cada paso.
IC: ¿Qué tiene de especial esta competencia en San Luis? ¿Quiénes te acompañan?
NC: San Luis es una competencia muy especial para mí porque fue la primera que pude volver a ganar después de perder la visión del ojo izquierdo. Fue un antes y un después. El estadio se llama “Ave Fénix”, y la verdad que no podría tener un nombre más simbólico: fue un verdadero renacer, volver a confiar en mí, a competir y a disfrutar del Taekwondo desde otro lugar.
Además, elegimos participar en competencias fuera de nuestra provincia porque hay muchísimo nivel. Nos obliga a salir de la zona de confort, a medirnos con otros estilos y a seguir creciendo. Esta vez me acompañan Gonzalo torralba y Rodrigo Cipollone: Gonza es mi compañero, y Rodrigo es mi primer alumno que llegó a cinturón negro. Los dos son —y fueron— muy importantes para mi crecimiento, tanto técnico como mental. Compartir este viaje con ellos es algo que valoro mucho.
“No fue fácil mantener vivo ese sueño, pero no nos rendimos. Este año vamos a competir en San Luis, La Pampa y Buenos Aires. Si logramos buenos resultados, seguimos a los Panamericanos, y si todo sale bien… tenemos la chance de representar a Giles y a nuestra escuela en el Mundial”, explica Nicolás, quien para lograrlo está buscando sponsors que lo apoyen a cumplir este sueño.
IC: ¿Cómo se puede colaborar y hacer posible este viaje?
NC: Este tipo de viajes siempre tiene sus gastos: traslado, inscripción, estadía, comida, todo suma. Por eso estamos buscando sponsors o personas que quieran colaborar con lo que puedan. A cambio, los mencionamos en nuestras redes, los llevamos con nosotros en cada competencia y tratamos de que se sientan parte de esto. No se trata solo de una ayuda económica, sino de acompañar un sueño que se construye con esfuerzo, valores y mucho corazón.
IC: ¿Qué expectativas tienen este año? ¿Cómo es el camino al mundial?
NC: Este año queremos seguir creciendo como equipo y como personas. Cada torneo que se viene es una chance para aprender, mejorar y acercarnos un poquito más al nivel que se necesita para representar al país afuera. Si se dan los resultados, tenemos la posibilidad de clasificar a los Panamericanos, y si ahí logramos el objetivo, podríamos llegar al Mundial.
Obviamente el sueño siempre está, pero sin obsesionarnos ni tomarnos las cosas a la ligera. Entrenamos en serio, con compromiso, pero sin perder la alegría ni la pasión. Sabemos que si entrenamos para superarnos a nosotros mismos, los resultados se van a ir dando solos. Lo importante es disfrutar, aprender y ser cada día mejores que ayer