El 7 de junio de 1821, la provincia de Salta fue invadida por tropas españolas. Martín Miguel de Güemes encabezó la defensa, pero resultó herido y murió 10 días después en la Cañada de la Horqueta, cerca de la ciudad de Salta. Fue el único general argentino que murió en combate durante la Guerra de la Independencia Argentina.
Por eso, cada 17 de junio, Argentina rinde homenaje a Güemes con un feriado nacional. Las actividades incluyen ceremonias oficiales, desfiles y eventos culturales que destacan su heroica defensa de la independencia del país. La figura de Güemes sigue siendo un emblema de coraje y patriotismo, celebrada y recordada por la nación.
A los 36 años y tras diez días de agonía por una herida de bala, el comandante del ejército conocido como “Los Infernales” falleció sin haber visto la expulsión definitiva de las tropas realistas de su tierra, que era su principal objetivo.
Pero el militar es recordado por sus hazañas, que representaron un gran valor en el camino hacia la independencia del país.
Con un fuerte apoyo a la cultura autóctona, fue uno de los principales propulsores de la Guerra Gaucha.
Su figura fue clave en la defensa del norte argentino y en la consolidación del proceso emancipador, y había sido una de las más postergadas en el relato oficial de la Independencia.
Recién en 2010 se instauró el feriado del 17 de junio por el Paso a la Inmortalidad del General Don Martín Miguel de Güemes.
La formación de quien luego fuera el comandante de “Los Infernales” fue en Buenos Aires, donde estudió en el Real Colegio de San Carlos y, a los 14 años, se enroló en el Regimiento Fijo de Infantería.
A los 21 ya se destacaba en la defensa de la ciudad frente a las invasiones inglesas de 1806 y, desde entonces, su carrera militar fue el franco ascenso.