El Gobierno de Javier Milei oficializó el fin del Programa Procrear, una de las políticas públicas de vivienda más importantes de la última década, mediante una serie de decretos que disuelven su estructura y desmantelan su financiamiento. La medida, impulsada por el ministro de Economía, Luis Caputo, bajo las facultades otorgadas por la Ley Bases, argumenta que el programa representaba una “pesada carga fiscal” y que la construcción de viviendas debe quedar en manos del sector privado y bancos.
Impacto nacional: más de una década de acceso a la vivienda, cancelada
Creado en 2012 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el Procrear permitió que miles de familias accedieran a su primera casa propia a través de créditos subsidiados y planes de urbanización. Según datos oficiales, entre 2021 y 2023 se entregaron 65 mil créditos y se construyeron más de 4 millones de metros cuadrados de viviendas, generando empleo formal en el sector.
Sin embargo, con una sucesión de decretos (1018/2024, 6/2025, 312/2025 y 764/2025), el Gobierno nacional de Javier Milei liquidó el Fondo Fiduciario del Procrear, transfirió los créditos en curso al Banco Hipotecario y devolvió al Estado las tierras destinadas a vivienda social.
San Andrés de Giles: un barrio fantasma por la paralización de las obras
En San Andrés de Giles, el cierre del programa dejó en el limbo a 70 viviendas que se construían en calle Arturo Lilia, a continuación del Barrio Familia Propietaria. El proyecto, iniciado en 2023 mediante un convenio entre el municipio y el Ministerio de Desarrollo Territorial, quedó paralizado a mitad de obra.
Las casas, que debían sortearse entre vecinos una vez alcanzado el 60% de avance, nunca se terminaron ni se adjudicaron. Con el desmantelamiento del Procrear, no hay fondos para continuar. Desde el Gobierno Nacional indicaron que las provincias y los municipios deberán resolver si se hacen cargo o no.
Un final abrupto para un programa que cambió vidas
El Procrear no solo facilitó el acceso a la vivienda, sino que dinamizó la economía a través de la construcción y el empleo. Su desaparición deja obras inconclusas en todo el país y miles de familias sin respuestas, en un contexto donde el déficit habitacional sigue siendo una deuda pendiente.