Ayer, el reconocido cantante Abel Pintos pasó por Urbana Play, donde fue entrevistado en el programa Perros de la Calle. Durante la charla, el artista rememoró su participación en la Fiesta Nacional del Chancho Asado con Pelo, celebrada en nuestra ciudad.

Abel, quien en ese entonces era muy joven, se presentó en la cuarta edición del festival en 2003, compartiendo escenario con León Gieco, con quien cerró la noche del domingo. Aquella edición también contó con la presencia de Peteco Carabajal. Sin dudas, era la época de oro del festival.

Durante la entrevista, le preguntaron a Pintos: “¿Cuál fue la fiesta nacional de producto más exótico en la que tocaste?“, a lo que respondió sin dudar: “En la Fiesta del Chancho Asado con Pelo, que le mando un beso muy grande a todo San Andrés de Giles. Un festival que yo no sé si se sigue haciendo, pero que cuando fui, fuimos con León Gieco. Yo era bastante chico todavía y para mí hacer giras con León era lo máximo. Y en ese festival nos divertimos mucho”. Un emotivo recuerdo del artista que revive la tradición de uno de los festivales más recordados de la región.

Además de las destacadas actuaciones musicales, el festival ofrecía otras atracciones como carreras de autitos a piolín, desfiles de carruajes y la elección de “La Buena Moza”. Como broche de oro, los asistentes disfrutaban del famoso chanchipan, el típico manjar acompañado de una salsa especial, que era única.

Abel y su lazo con San Andrés de Giles

En 2007 también se presentó en nuestra ciudad para los festejos patronales. Tocó en el famoso “Esperando el 30”, pero llegó antes para grabar el video de “Todo está en vos”, uno de sus primeros hits. Junto al artista bahiense llegó el personal de Polka, la famosa productora fundada por Adrián Suar, para encargarse de la producción del videoclip.

En la antesala de los festejos de San Andrés de Giles, se tomaron diversos puntos de nuestra ciudad como escenario. La primera toma se hizo en la esquina de San Martín y Avellaneda; luego, Abel apareció junto a su bandoneonista en dos esquinas de la calle 9 de Julio. El bar El Viejo Tropezón y la estación de trenes también fueron tomados como sets de filmación. Las escenas interiores fueron rodadas en el Palacio Municipal, en una casa vecina al Rotary Club y en el edificio donde funcionaba el museo local. En este último lugar, apareció la vecina Sol Ponchione representando a la mujer a la cual el artista cantaba.