El mal estado de las calles se ha convertido en una queja recurrente de los vecinos de San Andrés de Giles. Con baches profundos, pavimento roto y superficies irregulares, la circulación se ha vuelto complicada, peligrosa y hasta destructiva para autos, motos y bicicletas. La situación, lejos de mejorar, parece agravarse con el tiempo, generando reclamos constantes, que se leen las redes y se ve en las calles.
Desde hace años, los gilenses denuncian el deterioro de las calles, pero en este último tiempo la situación empeoró. Incluso sorprende ver calles con pozos de características impresionantes.
Los conductores deben maniobrar constantemente para evitar daños en sus vehículos, mientras que motociclistas y ciclistas enfrentan riesgos mayores, con posibilidad de caídas y accidentes debido a las irregularidades del pavimento.
Este último punto no es un detalle menor. Una gran mayoría de gilenses se mueven en vehículos de menor porte, teniendo en cuenta que por la extensión del casco urbano no existe un medio de transporte público.
El verano dejó en evidencia otras situaciones que preocupan. Desde el pasto que fue difícil de controlar hasta calles con esquinas despintadas y otros descuidos.
Es habitual ver veredas rotas en las plazas principales, algo que no solo atenta contra la imagen de la ciudad sino también con el tránsito recurrente en el lugar. Otro tema sobre estos espacios públicos es el cuidado y la limpieza de los mismos.
Frente a los reclamos, la Municipalidad anunció un plan de bacheo en varias zonas de la ciudad, pero los trabajos realizados hasta ahora no parecen solucionar el problema de fondo. Muchos vecinos señalan que los parches son temporales y que los pozos vuelven a aparecer en poco tiempo.
“No alcanza con rellenar huecos, hay calles que necesitan repavimentación completa“, reclama un vecino del Barrio Bicentenario adjuntando fotos de “sus pozos” a Infociudad. Otros apuntan a la falta de mantenimiento y a la necesidad de un plan integral y permanente que aborde no solo las calles más transitadas, sino también los barrios periféricos, donde el estado es aún peor.
Algunos vecinos cuestionan si el problema radica en una mala administración de los recursos. Desde el municipio aseguran que están trabajando en la problemática. Sin embargo, la paciencia de los vecinos se agota, y exigen acciones concretas antes de que la situación derive en mayores inconvenientes o tragedias viales.
Las calles de los pueblos también sufren de las roturas en la cinta asfáltica. En los pueblos rurales también se ven lugares desmejorados. A esto hay que sumarle la ausencia de cordón cuneta o de un asfalto de calidad, algo que en algunas calles céntricas de Giles si se cuenta.