Las reiteradas lluvias de los últimos días en San Andrés de Giles han dejado al descubierto una problemática que afecta a los vecinos de la zona rural: los caminos de tierra se encuentran en pésimo estado, con huellones profundos y sectores convertidos en verdaderos pantanos. La falta de mantenimiento por parte de la municipalidad ha generado que muchos habitantes queden varados, incluyendo a alumnos y docentes de escuelas rurales, quienes incluso retrasaron el inicio de clases debido a las condiciones de los caminos.
Una vecina de la zona se contactó con la redacción de Infociudad para relatar su experiencia diaria. Ella transita habitualmente el camino rural conocido como “Camino del Puente Roldán”, ubicado antes de llegar a Azcuénaga. “Hace más de 3 meses, y estoy siendo generosa, que no pasan las champions de la municipalidad. Antes, cuando pasaban, lo hacían solamente para raspar arriba de las huellas, que quedaban después de transitar en camioneta los días de lluvia, osea que era lo mismo que nada el trabajo que hacían, porque jamás vinieron a limpiar las cunetas llenas de pasto, jamás vinieron a levantar el camino, que tiene el mismo nivel o más bajo incluso que las cunetas. El puente, donde pasa el arroyo de Giles, está roto hace 3 años y solo lo taparon con tierra“, aseguró.
La situación se ha vuelto crítica para las familias que viven en la zona. La vecina explicó que, para que sus hijas puedan asistir al colegio en Giles, han tenido que recurrir a soluciones improvisadas: “Para poder salir en auto, tuvimos que enganchar una máquina en el tractor. Con la cantidad de lluvia de este último tiempo no alcanzan nuestros arreglos provisorios, porque antes del arroyo se armó como un pantano muy grande, por el nivel bajo del camino y las cunetas tapadas. Esto complicó aún más la situación”.
El lunes por la noche, la vecina compartió fotos en redes sociales para visibilizar el problema. “En ese pantano nos encontramos varados varios vecinos, en un tractor y 3 camionetas. Una camioneta se rompió porque intentó pasar y la profundidad de la huella hizo que toque abajo”, relató.
Finalmente, el martes, un vecino de la zona colaboró con el arreglo del camino. “Algunos empleados de un productor que tiene campo en la zona pasaron una rastra para ayudar”, contó la mujer. Sin embargo, su indignación sigue: “Hace 3 años que vivo acá y hace 3 años que pasa lo mismo”.
La problemática de los caminos rurales en San Andrés de Giles no solo afecta la movilidad de los vecinos, sino también el acceso a la educación y la calidad de vida en general. Los reclamos por un mantenimiento adecuado y soluciones definitivas continúan sin respuestas concretas por parte de las autoridades municipales.