La colectora que bordea la Ruta 7 en San Andrés de Giles se ha convertido, con el tiempo, en un popular lugar de encuentro. Jóvenes y adultos la eligen para disfrutar del atardecer, tomar mates, compartir picnics y relajarse al aire libre. Sin embargo, lo que podría ser un espacio limpio y agradable para la comunidad, se encuentra con frecuencia invadido de basura: botellas, papeles, colillas de cigarrillos y residuos de todo tipo que terminan tirado sobre el césped y en la cuneta.
Frente a esta situación, Valentina Quevedo y su mamá decidieron tomar cartas en el asunto. Cansadas de ver cómo la colectora se llenaba de desechos, llevaron grandes bolsas de residuos y, durante horas, recolectaron lo que otros habían dejado tirado. En total, lograron juntar 11 bolsas de basura, que las cargaron en su vehículo para tirarlas donde corresponde.
Valentina, indignada por la situación, expresó en redes sociales: “Me dio una pena terrible. Pasé por la colectora de todos y me dio vergüenza ajena la mugre que todos dejan. Por lo que veo casi nadie piensa en el ambiente que vivimos. Cero conciencia ambiental. Si llevas tu bebida, pucho y cosas para disfrutar el momento, llévate tus residuos por favor, fomentemos el cuidado del medio ambiente. No responsabilicemos a los demás, más compromiso con lo que hacemos y las consecuencias de nuestros actos.”
Además de este llamado a la reflexión, Valentina dirigió un pedido a todos los vecinos y también a las autoridades municipales: “Esto no lo hago por mí, nunca voy a la colectora, lo hago por nuestro planeta, es nuestra casa, y este es nuestro pueblo. Luego lo primero que tienen para decir es que la culpa es de la municipalidad, y la culpa no es más que de ustedes mismos: es tu propia basura, vos la tirás. A la Municipalidad San Andrés de Giles, yo les pido unos tachos más, solo eso“.
El gesto de Valentina y su mamá no solo merece ser destacado por el esfuerzo y compromiso que demostraron, sino que también pone en evidencia la falta de conciencia ambiental de quienes frecuentan este espacio. Es responsabilidad de cada uno llevarse sus desechos y mantener el lugar limpio para que todos puedan disfrutarlo. La acción de estas vecinas es un recordatorio para la comunidad: el cuidado del medio ambiente empieza por los pequeños gestos individuales, como llevarse la basura que generamos.