Los alumnos de 2° B de la secundaria del Colegio Nuestra Señora de Luján, junto con su profesora Fernanda Esquivel, han lanzado un proyecto escolar enfocado en la concientización ambiental y la acción comunitaria. En el marco de la Unidad de Buenas Acciones, el curso comenzó a investigar cómo podían colaborar con su entorno, y decidieron enfocarse en el impacto ambiental de las colillas de cigarrillo.
El proyecto, que cuenta con el apoyo del área de ambiente de la Municipalidad, busca dar un nuevo destino a las colillas, que generalmente terminan en el suelo y contaminan el ambiente. Los estudiantes aprendieron que las colillas, al no tener un ciclo de reciclaje adecuado, terminan siendo desechadas de manera incorrecta, lo que afecta tanto a las calles como a espacios públicos, como la plaza San Martín, uno de los lugares más afectados por este tipo de residuos.
La iniciativa de los colilleros
El próximo lunes 30 de noviembre, los alumnos estarán en la plaza San Martín con un stand informativo, donde saldrán a recolectar colillas que estén tiradas. Este evento forma parte de una semana de concientización ambiental que se llevará a cabo en la ciudad.
En diálogo con la profesora Fernanda Esquivel, explicó cómo surgió la idea: “Esto arranca en la Unidad de Buenas Acciones, donde discutimos qué cosas podíamos hacer por la ciudad. Nos dimos cuenta de que las colillas de cigarrillo no tenían un proceso de reciclaje adecuado y que estaban por todas partes, incluso en la plaza, entre las piedritas. Empezamos a investigar el impacto de las colillas y descubrimos que son altamente contaminantes”.
Los estudiantes enseñan a los vecinos a crear “colilleros”, pequeños dispositivos diseñados para recolectar colillas de cigarrillo, y promueven su uso en lugar de tirar las colillas al suelo.
Colillas de cigarrillo transformadas en ladrillos
Lo más innovador del proyecto es el destino final que se propone para las colillas: ser incorporadas en ladrillos de construcción. “Vimos que una escuela en Salta había intentado usar las colillas en ladrillos, pero no los habían cocinado. Investigamos y descubrimos que, cocinadas, se pueden integrar sin problemas. Como estamos en una zona rodeada de hornos de ladrillo, pensamos que sería ideal utilizar ese recurso local”, señaló la profesora.
La Municipalidad colaborará en la fase de descontaminación de las colillas, separando el acetato del papel. Una vez que se recolecte una cantidad suficiente de acetato, este se incorporará a los ladrillos en un horno que ya se sumó a colaborar. Además, el equipo contempla una segunda alternativa: degradar el acetato con hongos gírgolas, un proyecto que han presentado en el programa “Cuidando Nuestras Cuencas” para su potencial implementación.
Conciencia y acción por un ambiente saludable
El viernes, durante la semana de concientización ambiental, los alumnos también estarán en la plaza San Martín acompañando al Centro de Día Alihuen, con talleres de armado de colilleros y reciclado, sumándose a las actividades municipales. “Esperamos que más vecinos se sumen a cuidar el ambiente”, concluyó la profesora.
Este proyecto no solo busca mitigar el impacto ambiental de las colillas de cigarrillo, sino también generar conciencia entre los vecinos sobre la importancia de reciclar y cuidar los espacios comunes.