Por segundo año consecutivo, los alumnos de 5to año Naturales del Colegio Nuestra Señora de Luján están llevando adelante un proyecto que ilumina la mirada de muchos: “Ojos que no ven, corazones que sienten“. Esta iniciativa solidaria tiene como objetivo recolectar marcos de anteojos en desuso para donarlos a la Fundación Banco de Anteojos, ubicada en la provincia de San Miguel de Tucumán.
El proyecto, que surgió de la iniciativa de los jóvenes, se basa en la recolección de marcos de anteojos, tanto de sol como recetados, que ya no se utilizan. Ya en Tucumán se confeccionan anteojos destinados a personas en situación de vulnerabilidad de todo el país. La fundación, comprometida con la salud visual, se encarga de adaptar los marcos y proporcionar lentes adecuados, mejorando así la calidad de vida de quienes no tienen acceso a estos recursos.
El entusiasmo y la dedicación de los alumnos de 5to Naturales es enorme. Desde la planificación hasta la ejecución, los jóvenes han trabajado arduamente para fomentar la participación de la comunidad en esta noble causa. Han distribuido folletos informativos, realizado charlas en diversas instituciones y aprovechado las redes sociales para difundir su mensaje y lograr una mayor recolección de marcos.
El Colegio Nuestra Señora de Luján ha dispuesto puntos de recolección en sus instalaciones, invitando a toda la comunidad a participar. “Si tienes marcos de anteojos que ya no uses, no los tires. Acércalos al colegio y ayuda a darles una nueva vida”, invitan los alumnos. Además, destacan la importancia de difundir esta iniciativa en el entorno cercano para que crezca el impacto.
Este proyecto no solo representa una oportunidad de aprendizaje y compromiso social para los estudiantes, sino que también refuerza valores esenciales como la solidaridad, la empatía y el trabajo en equipo. La comunidad de San Andrés de Giles ha respondido con entusiasmo, demostrando una vez más que cuando se trabaja juntos, se pueden lograr grandes cosas.
“Ojos que no ven, corazones que sienten” es más que un proyecto escolar; es un ejemplo inspirador de cómo las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto. La colaboración de cada persona es fundamental para que muchas más puedan ver el mundo con mayor claridad y esperanza.