Hoy 14 de mayo se celebra en la Argentina el Día del Dirigente Deportivo. Aprovechamos esta oportunidad para charlar con dos grandes dirigentes de San Andrés de Giles. Los clubes locales, además de impulsar el deporte, muchas veces se convierten en lugares de contención para los chicos y chicas que pasan por ahí: hacen amigos, aprenden valores, cosechan los mejores recuerdos y aprendizajes que llevarán con ellos durante toda la vida.

Hablamos con Diego Bava, Presidente del Club Villa Manchi y con Sebastián Agotegaray, presidente de la Liga Local de Clubes, el torneo de fútbol más popular de la ciudad. En este día tan especial les preguntamos sobre sus primeros pasos y la importancia de seguir trabajando dentro de los clubes para transformar la comunidad en un lugar mejor.

Diego Bava hace varios años que está al frente del Villa Manchi, un club histórico de barrio que este año celebra su aniversario número 49 y cuenta con más de 350 chicos y vecinos que forman parte activa de la institución. El aporte de Diego es a puro esfuerzo y corazón. Trabajó durante todo el verano en el Papi Fútbol del Villa Manchi para recaudar fondos y emprender nuevos proyectos. Ahora están construyendo su propio predio, un hito muy importante en su crecimiento. “Siempre tratamos de brindar un lugar donde nuestros jugadores puedan entrenar y jugar con comodidad y orgullo”, asegura Diego.

Al preguntarle qué significa el Club para su vida, responde sin dudar: “Para mí y para todos los que formamos parte, Villa Manchi es más que un club de fútbol o de hockey. Es un símbolo de comunidad, amistad y superación. Representa la pasión por el deporte y el trabajo en equipo, pero también desempeña un papel crucial en el tejido social de nuestro barrio y de toda la comunidad. Brindamos un espacio donde los chicos pueden desarrollarse tanto en la cancha como afuera, fomentando la inclusión, el compañerismo y el orgullo por pertenecer a Villa Manchi. Creo firmemente que el deporte marca profundamente la vida de los chicos y chicas. Les enseña valores como la disciplina, la perseverancia y el respeto, y les brinda la oportunidad de desarrollar habilidades sociales fundamentales para su crecimiento”.

Por su parte, Sebastián Agotegaray, presidente de la Liga de Clubes, también sostiene que el rol de estos espacios es fundamental. “Participar en un club, de la manera que sea -jugador, entrenador, dirigente- mas allá de darte buenos y malos momentos, te alimenta el alma”.

“Pertenecer a un club tiene múltiples beneficios, desde lo deportivo para la salud, pero además te da amigos, anécdotas, tristezas, risas, en fin buenos momentos que te van marcando la vida y que te ayuda a formarte como persona. En este caso ir a jugar un partido de la liga es ir a pasar un buen rato con amigos y olvidarse por ese momento de todos los problemas que tenemos”, explica Sebastián.

Desde que es un adolescente participa en distintas instituciones de la comunidad porque es algo que le apasiona. Sus primeros pasos en la Liga Local fueron como representante del Club Villa Espil y al tiempo fue elegido por todos los integrantes de la comisión para organizar el torneo de futbol más popular de San Andrés de Giles, donde juegan 14 clubes locales con entrada libre y gratuita y que se ha convertido en un verdadero clásico para las familias que aman el deporte.

Sabre el ida y vuelta que hay entre la comunidad y la Liga, Sebastian comenta: “San Andrés de Giles es una ciudad muy futbolera, te diría que casi todos los días hay variedad de partidos, para todos los gustos: infantiles, juveniles, mayores, futbol femenino, masculino y hasta mixto. En en toda esa variedad siempre hay gente que acompaña a los deportistas, sean los padres, un pariente, un vecino la pareja o el publico en general. Puntualmente, la liga local es un espacio en donde se reúnen cientos de personas que todos los fin de semana van a disfrutar de los partidos, tomarse unos mates, comer algo, charlar con alguien, en fin, como dije, olvidarse de los problemas por un rato”.

Detrás de cada partido siempre hay un gran equipo de trabajo, y también detrás de cada club, hay una gran familia que sostiene todo lo demás a pulmón. “Los materiales que se necesitan para la practica deportiva no son baratos y la ayuda externa que reciben los clubes no alcanzan para cubrir la totalidad de los gastos. Y es en este punto donde aparece el ingenio de los dirigentes para pensar que hacer para recaudar fondos”.

Tanto Diego como Sebastián destacan el esfuerzo y el trabajo en conjunto que hacen las personas que integran los clubes. Sin dudas, la pasión es el gran motor que hace que tantas personas tiren para el mismo lado. Por la familia, por la amistad, por algo que es difícil de explicar, pero fácil de entender: el amor por lo que hacen.