Dicen que las paredes son la imprenta de los pueblos. En San Andrés de Giles los vecinos más atentos habran notado que en muchos lugares se ven pintadas que recuerdan al Che Guevera con frases cortas como “El Che vive en Giles”, “El Che en TV” o simplemente “El Che”. Están ubicadas en puentes, columnas o en bordes de cunetas cercanas a la ruta 7 y 41. Infociudad dio con el autor de los enigmáticos mensajes que se repiten en el paisaje cotidiano gilense.

Se trata de un vecino de 73 años que hace un tiempo, al ver el abandono de algunos puentes, se acercó a pintarlos de blanco. Antes de irse, escribió con puño y letra el nombre de quien siempre lo inspiró a soñar con una comunidad mejor. Su admiración por el revolucionario nació cuando era adolescente y escuchó en la radio la noticia que informaba el asesinato del Che en manos de la CIA durante un operativo en La Higuera, Bolivia. En ese momento a Héctor Marzá lo inundó la incertidumbre y se preguntó ¿por qué lo mataron por sus ideas?

Mientras tomamos un café Héctor, de boina y mirada tranquila, me cuenta la historia detrás de sus pintadas. Tiene un cuaderno propio lleno de anotaciones, fotos y recortes de diario que fue recopilando a lo largo de muchos años. Su curiosidad por la vida del Che lo hizo leer mucho, lo llevó a viajar y hasta contactarse con familiares del líder revolucionario.

“Me preguntaba ¿por qué lo van a matar si sus ideas no eran malas? Pero cuando lo asesinan, él ya era guerrillero; si estudió para medico era para salvar vidas, no para matar hermanos acá” reflexiona Héctor quien reconoce que el único error que cometió el Che fue tomar las armas para llevar adelante la transformación social que buscaba.

Entre las hojas de su cuaderno, Héctor saca algunos folletos que él mismo hizo con un resumen de las ideas del Che. Uno de los puntos refiere al trabajo voluntario y de ahí nace la inspiración que llevó a Héctor a pintar su mensaje. “Había un abandono tremendo en los puentes, entonces se me ocurrió ir a pintarlos con cal primero y luego con pintura y a su vez poner esa leyenda, a ver que repercusión podía tener. Yo puse la T y la V que significa trabajo voluntario, porque el Che decía que en política se gasta más de lo debido, muchas cosas se pueden resolver con trabajo voluntario”, revela el vecino.

Cuando era más joven también frecuentó durante mucho tiempo el histórico Museo del Che, que estaba ubicado en Capital Federal y años más tarde se mudó a La Rioja, donde funciona actualmente. “Conocí a un montón de personas, de ahí pude conseguir el teléfono del hermano del Che, de Calica Ferrer”, comenta.

Calica es el amigo con quien Ernesto Guevara viajó en moto por toda Latinoamérica en 1953, durante los meses previos a su transformación en el revolucionario Che. Además es autor del libro que narra en detalle el espíritu viajero y juvenil de aquella época que los llevó a recorrer miles de kilómetros y conocer de cerca la realidad social y política latinoamericana.

Gracias a su contacto con Ferrer, Héctor pudo reconstruir una curiosa anécdota sobre los palos de golf que pertenecieron al Che y que fueron exhibidos durante mucho tiempo por la municipalidad de San Andrés de Giles en el Complejo Museográfico local.

Para entender el contexto, es necesario saber que el Che Guevara visitaba San Andrés de Giles desde que era un niño. Su familia tenía una estancia en nuestra ciudad y el joven Ernesto venía a Giles a vacacionar y en ocasiones de visita. Incluso muchos vecinos mayores recuerdan cruzárselo en el tren, por la calle o en un taller mecánico del centro.

En una de sus charlas, Calica le contó a Héctor que esos palos de golf el Che se los vendió a sus parientes porque necesitaba dinero para preparar su moto antes de emprender su mítico viaje por Latinoamérica.

Héctor además comenta que leyendo un libro también se enteró que el Che solía pescar en el arroyo de Giles en el Puente de Fierro camino a Azcuénaga. Ahora, debajo de ese mismo puente, se pueden leer la leyenda que dejó Héctor: “El Che vive en T.V” y en esas iniciales se resume su convicción: el trabajo voluntario del pueblo para el pueblo para construir una sociedad mejor.