La ruta provincial 193 que une San Andrés de Giles con la localidad de Azcuénaga se vuelve cada vez más difícil de transitar. La cantidad de pozos y asfalto levantado que hay en el camino lo hace un verdadero peligro para los conductores y vecinos que todos los días lo recorren para ir a trabajar y asistir a la escuela.
El mal estado de este camino no es de ahora, sino que es un reclamo de larga data. Aunque se haya emparchado muchas veces, el asfalto se sigue rompiendo. Esta semana un vecino que vive en la zona se contacto con Infociudad indignado por cómo quedó después de la lluvia.
Recorrerlo evitando los pozos es todo un desafío y pone en riesgo la vida de los vecinos, ya que muchas veces, por esquivar los pozos y bajar la velocidad de golpe, se entorpece el tránsito, pudiendo provocar un accidente cuando se cambia de mano. Además, un camino en esas condiciones, opaca el desarrollo turístico de Azcuénaga y la zona.