La Liga Local de Clubes volvió al ruedo el pasado fin de semana. Los clubes que integran la institución jugaron la primera fecha de las Series A y B en el Parque Municipal.
Como es habitual, el torneo mostró su vigencia. Los equipos se presentaron competitivos con nuevas vestimentas y acompañados de un gran marco de público. Los tanteadores mostraron la paridad que en los últimos años se consolidó.
Lo que no cambió es el mal estado del único complejo deportivo gilense. Desde hace varios años el abandono es notorio. El sector del público con pastos altos y bancos rotos, baños inaccesibles, una cantina abandonada, falta de cestos de basura y varias falencias más como la preocupante falla eléctrica de una columna de luz que le dio una descarga a un perro que por ahí pasaba y obligó la suspensión de los últimos partidos.
En los últimos 10 años, las canchas del Parque Municipal apenas recibieron una mano de cal, se cambió un tablero eléctrico que no daba para más y hace poco se amplió el estacionamiento. Muy poco para una actividad que convoca a cientos de vecinos dentro de la cancha y miles afuera.