Varios fueron los gilenses que ayer por la tarde se quedaron prendidos a la pantalla de TyC Sports para ver al equipo de Marcelo Pontiroli jugar la Copa Argentina. Tras los 90 minutos, podemos concluir que valió la pena, Sol de Mayo cumplió con creces la misión y casi da el batacazo.
Ante el Rosario Central de Leandro Somoza, el equipo de Río Negro que juega en la tercera categoría del fútbol argentino, dio pelea. Arrancó perdiendo a los 15´de juego tras un claro penal bien ejecutado por Gamba (RC), pero se recuperó gracias a un golazo de Elgorriaga (SM) a los 24´.
Al descanso se fue Sol de Mayo mejor. Lejos de esperar en el fondo, los de Pontiroli mostraron orden y apostaron al juego asociado cada vez que las oportunidades se presentaron. Haciendo un gran desgaste lograron mantener la paridad en la primera etapa.
El segundo tiempo no fue muy distinto. Rosario Central lo fue a buscar pero los bloques bien armados de Sol de Mayo neutralizaron cada ataque. Desde la recuperación de pelota los de Pontiroli se animaron a jugar y hasta dejaron una zapatazo en el palo que podría haber sido el 2 a 1. Sin embargo, todo terminó en empate y fueron los penales los que definieron la suerte de los clubes.
Desde los 12 pasos, donde Pontiroli se hacía gigante, Sol de Mayo no pudo ante un Rosario Central que no falló. El arquero del canalla, Gaspar Servio (RC), fue vital deteniendo un disparo y anotando el suyo para que después Buonanotte (RC), una de las promesas del club, ponga el 5 – 3 final de la serie.
Más allá del resultado, Sol de Mayo mostró personalidad, buen juego y orden; cualidades escenciales para la conformación de un equipo que tiene como objetivo pelear por cosas grandes. La mano de Pontiroli se vio reflejada a tal punto que la prensa nacional destacó en varios artículos lo bueno que hizo el albiceleste.