En la tarde del miércoles, tres sujetos arribaron a Giles con un objetivo, llevar a cabo un nuevo robo. El primero había salido bien: mientras se conmemoraba el 40º aniversario de la Guerra de Malvinas, los ladrones entraron a una casa ubicada sobre la calle Belgrano, y se llevaron dinero y joyas.
Como no sufrieron consecuencias, desearon repetir el modus operandi. Al ingresar al casco urbano, poco después del mediodía, se encontraron con un San Andrés de Giles desierto. Después de dar algunas vueltas a bordo de un Peugeot 307, decidieron que atracarían una casa ubicada en Moreno entre España y Chacabuco, a cinco cuadras de donde habían realizado el primer golpe.
Estacionaron y miraron para ambos lados. Las calles seguían desiertas. Rápidamente, cruzaron la vereda y empezaron a inspeccionar cómo podían hacer para invadir la propiedad y llevarse todo lo que encontraran. No lo sabían, pero a solo unos metros de distancia, un vecino los estaba observaba mientras marcaba el número de la policía.
Minutos después, los ladrones se vieron sorprendidos con la aparición de dos móviles policiales. Al llegar al lugar, los efectivos se dieron cuenta que estaban ante el mismo auto que había participado en el robo del 2 de abril. Los ladrones habían sido descubiertos.
Enseguida, los sujetos que pretendían allanar la casa se tiraron adentro del Peugeot y y salieron a toda velocidad rumbo a la ex Ruta 7. Detrás, el patrullero no les perdía el rastro, mientras los policías llamaban a sus colegas de Luján para advertirles de la persecusión.
Al llegar a la ciudad vecina, los malhechores fueron sorprendidos con más móviles. En lugar de entregarse, tomaron la Ruta 6 hasta Marcos Paz, para luego doblar en la Ruta 40 e intentar escabullirse dentro de la ciudad.
Mientras ingresaban a toda velocidad por las calles marcospasenses, las fuerzas de seguridad bonaerenses organizaron un operativo cerrojo para cortarles el paso. Si bien lograron escapar de la primera trampa, a las pocas cuadras perdieron el control del vehículo e impactaron contra un poste de luz ubicado a metros de la Sociedad Atlética Pabellón Argentino.

Cuando el Peugeot 307 chocó, los delincuentes continuaron la fuga a pie. La corrida fue inútil: solo pasaron unos minutos hasta que la Bonaerense logró reducirlos.
Luego de realizar las detenciones, la policía constató que los detenidos tenían 32, 22 y 18 años, y que serían los responsables de muchas de las entraderas denunciadas en distintos puntos del oeste del conurbano.

En total, la persecusión se extendió por 90 kilómetros. La causa está bajo la fiscalía de Mercedes con la carátula de “Robo Agravado”. Se sospecha que a bordo del Peugeot iba un cuarto sospechoso que podría haberse fugado. Los otros tres, mientras avanza la investigación, permanecen demorados.