La semana pasada la joven vecina Mariela Rojas instaló un pequeño kiosco en la puerta del Hospital San Andrés. Ella tiene poca visión desde pequeña, lo que complica su día a día. A partir de su problema en la vista, siempre le costó conseguir trabajo, por eso con la ayuda de su familia comenzó a vender productos a la gente y personal del Hospital. Lamentablemente su alegría de poder trabajar no duró mucho.
“No me dejan vender afuera del Hospital porque tuve una denuncia de una peluquera, es comerciante, ella paga impuestos y yo no, entonces por esa denuncia el intendente a las 11 de la noche me tuvo que sacar porque la venta ambulante está prohibida como pasar el semáforo en rojo, me dijo él”
Consultada por Infociudad, la vecina aseguró que necesita un trabajo urgente y que irá a la Municipalidad para que la ayuden. “Nadie me ofrece trabajo por la discapacidad visual que tengo y cobro 4 mil pesos, nada más que eso”, aseguró. Después de ser corrida de la puerta del Hospital, sólo le permitieron vender en su casa, pero la vecina explicó que en su barrio tiene “supermercados y kioscos cerca y no hay ventas ahí”.
Ayer en sus redes sociales la vecina expresó un sentido mensaje: “qué tristeza tengo en mi pecho, me sentía como tocando el cielo con las manos al sentirme útil con ese trabajo y hoy me siento que me bajaron de un hondazo, alguien que no tuvo nada que hacer. Me siento muy triste gente, por no tener un lugar para poder trabajar, no poder vender nada. Hasta que no encuentre ninguna solución no creo que me vuelva a sentir bien como lo estaba”.