Vivimos en una sociedad sobreestimulada por imágenes que se nos vienen encima cada vez más. La pandemia aumentó proporcionalmente la cantidad de pantallas que nos rodean, muchas veces al mismo tiempo: el celu, la tele, la compu se volvieron nuestros puentes de contacto con el afuera, pero ¿cómo hacer, entre tantas imágenes que nos llegan, para conmovernos? ¿Cómo se hace para que las imágenes despierten preguntas y reflexiones profundas en nosotros mismos?
En el día del trabajador cinematográfico, fecha que conmemora la primera organización gremial del sector, hablamos con Sebastián Zanzottera, vecino de nuestra ciudad, diseñador de imagen y sonido e integrante del colectivo audiovisual Silbando Bembas.
El fin de semana estrenaron el documental “La Sesenta: crónicas de una lucha obrera” que retrata la lucha que llevaron los choferes, mecánicos y trabajadores de la línea 60 de colectivos de la ciudad de Buenos Aires tras el despido de más de 50 compañeros. Otro de los puntos de partida del film es el desconcierto por la injusta y evitable muerte de un trabajador que fue aplastado por un colectivo que estaba reparando a causa de las precarias condiciones de seguridad en que lo hacían trabajar.
Respecto al conflicto que refleja el documental en el que trabajó, Sebastían comenta: “los choferes muchas veces no llegan a jubilarse por las malas condiciones de trabajo que viven, entonces fue un conflicto bastante duro en el que dieron un gran ejemplo de organización y lo terminaron ganando, tras negociaciones llegaron a buen puerto y ni bien terminó ese conflicto dijimos: acá tenemos una película. Al principio hicimos un corto que lo guionó Santiago Menconi, un trabajador del área de mantenimiento y periodista, que estaba llevando la crónica de todo el conflicto. Luego de ese primer material, empezamos a conectar y cuando sacó su libro “El Sesentazo: crónica de un lock-out” tomamos el libro como herramienta”.
Desde el colectivo audiovisual tienen como objetivo acompañar y documentar las luchas en favor de los derechos de los trabajadores, las mujeres y el medioambiente. Respecto al trabajo que llevan adelante, explica que los temas y problemáticas que cubren son elegidos a través de asambleas. En palabras de Sebastián, se fijan en “cuáles son las cosas que está bueno trasmitir como experiencia a otros sectores de trabajadores y usuarios, para que también tengan más empatía a la hora de ver un corte, una protesta y preguntarse por qué es. Escuchar también cual es la historia contada desde adentro de los trabajadores”.
Luego de su estreno a sala llena en el Cine Gaumont, el documental estará en el Festival chileno Arica Doc y en Ecuador en el Festival Doc-Ket. En este momento está disponible en la plataforma digital CineAr Play y se están organizando próximas proyecciones en lugares de trabajo, espacios culturales, sindicales y fábricas recuperadas.
Para Sebastián se trata de revalorizar quien cuenta la historia. No son iguales todas las imágenes ni todos los relatos. Algunas nos llevan a reflexionar y entender el porqué de muchas cosas de la realidad. “La historia la tenemos que contar los trabajadores, no puede ser que sólo se conozca la versión de los que siempre la escribieron, por eso reivindicamos la posibilidad de hacer arte, películas”.