Si hay algo que caracteriza a Adrián Maggi, es el movimiento. Cuando no se está mudando, está trabajando en su obra. De esta manera, a lo largo de los últimos años no solo siguió componiendo, sino que además, sacó dos libros: Industria Argentina (2019) y Aforismos de un Decidor (2021).
La pandemia hizo que se cancelara todo tipo de espectáculos, llevando a que el cantor surero dejara de girar por el país. Lejos de paralizarse, Adrián siguió trabajando y este año inició un ciclo de entrevistas. “Esto empezó como una necesidad, porque no hay laburo. Empecé con el canal de Youtube, como una cosa curiosa, charlandolo con mi hijo Wenceslao, que le gusta internet. Yo tenía un canal, pero no le daba ni cinco de bolilla, así que empecé con todo. Está centrado en la cultura argentina, es todo lo que he hecho siempre” explica a Infociudad.
El canal de Youtube es actualizado diariamente, a las siete de la tarde. Algunos de los entrevistados fueron el docente tradicionalista Gustavo González, la politóloga ambientalista Daniela Dubois, el electricista José María Rigacci y el enfermero Fernando Olano. “Me gusta entrevistar a gente que es de acá de Giles, que son conocidos, que los vemos todos los días, y que porque vive a la vuelta de casa no les damos importancia” comenta.
El último entrevistado fue Maxi Moreyra, quien desde hace un tiempo vive en una casilla rodante. En el último tiempo, Maggi fue interiorizándose en el mundo de los “rodanteros” y hasta compró su propio motorhome. El objetivo a largo plazo, es ir tocando de pueblo en pueblo, como los cantores bohemios de antaño.
En este sentido, expresa: “la idea es vivir arriba del motorhome. Voy a tratar de fusionar las antigüedades, con la música y la escritura. Estoy buscandome, es una búsqueda interna muy fuerte. Esto del virus, a mí por lo menos, me hizo replantearme un montón de cosas. Uno está muy enraizado en un lugar, con propiedades y demás, y de repente te agarra un cáncer como me pasó a mí, o te agarra un virus, y se terminó todo. Entonces, cuando uno ve que se van amigos, que se va gente conocida del pueblo, de mi edad, se replantea un montón de cosas: ¿Qué es lo urgente? ¿Qué es lo necesario? Lo urgente es ya, lo necesario puede esperar. Creo que la vida es un poco eso, por eso estoy mucho tiempo con mi hijo, que me hace muy bien. No sé si me voy a quedar en Giles, no sé lo que mi vida va a ser“.
Esta búsqueda interna, también afectó a sus deseos de cantar: “no estoy tocando la guitarra, porque sinceramente no me dan ganas de cantar. Es muy duro lo que nos está pasando, a mí me pasó una desgracia: ser Consagración de Cosquín, agarrar mucho laburo y de repente no poder hacer ni uno. Y bueno, después llegás a tu pueblo, y te toca encontrarte con vos mismo, situarte, ver dónde estás, y es muy duro. Pero bueno, son etapas; replanteos que uno se tiene que hacer“.
Pese a esta situación, Adrián Maggi, como siempre, sigue en movimiento. El 20 de agosto estará en el restaurant Santa Rita, en Luján; y el 22 en el restaurant Salamanca de La Plata. Además, tiene proyectado hacer pequeños shows en lugares abiertos, respetando el distanciamiento social.