El paisaje urbano gilense cuenta con algunos edificios que dan cuenta de la historia de nuestra ciudad, fachadas que hablan de emprendedores y trabajadores que han logrado dejar sellado su apellido, gracias a años de esfuerzo y dedicación. Tal es el caso de Casa Galesio, el histórico local de indumentaria ubicado sobre la calle Rivadavia.“El negocio inició en Giles en 1960. En ese momento estaban Norma, otros empleados y mi papá, Antonio Galesio. Yo estaba en el servicio militar” explica Hernán Galesio a Infociudad.

Norma Ferreti empezó a trabajar en 1960 como una empleada más de las tantas que pasaron por el local, pero luego de algunos años comenzó una relación con Hernán, que se coronaría en 1971 con un matrimonio del que nacerían cuatro hijas. “Siempre seguí trabajando y estuvimos a la par. Desde ese momento creo que Giles nos ha dado mucho, porque realmente es una familia que pudimos mantener” cuenta Norma.La familia de Casa Galesio

Desde que Antonio abrió las puertas del local, se ha formado una familia entre los Galesio, los empleados y los clientes. Tal es así, que al momento de hablar de Ester Ramella, empleada que forma parte del negocio desde hace 35 años, Norma sostiene: “fue muy importante el apoyo de Ester, para nosotros es una hija“. Algo similar ocurre con los clientes, ya que según Hernán “por el local han pasado abuelos, padres e hijos“.Para poder permanecer abiertos, fue clave la constancia y el esfuerzo de toda la comunidad que siempre rodeó a Casa Galesio. En este sentido, Hernán expresa: “pasamos unas cuantas: el rodrigazo, el alfonsinazo y todas las crisis que van pasando por ciclos. Pero con el apoyo de gente, y el esfuerzo de los empleados y de uno mismo, se pudieron superar. Hay momento difíciles, como en todo emprendimiento, pero con constancia, cariño y amor se puede salir adelante“.Y remarca: “es imposible sin el apoyo de la gente, que se da por el trato que vos has tenido. Creo no habernos equivocado. En algo siempre uno se equivoca, pero gracias a Dios, siempre fue diciendo las cosas de frente, con la verdad“.Norma coincide con su marido al hablar sobre los vecinos de nuestra ciudad: “nosotros estamos agradecidos a la gente de Giles. Me refiero a todo el partido, porque estamos hablando también de todas las localidades vecinas“.El negocio durante la pandemiaAl momento de hablar de las crisis que han tenido que enfrentar, Norma declara: “de los momentos que hemos pasado, siempre pensábamos que el último era el peor y poníamos esfuerzo para seguir. Pero este momento particularmente nos ha pegado muy fuerte, porque estamos en una edad donde las cosas no son fáciles“. Con respecto a este último punto, lamenta: “no pudimos ir más al negocio. Teníamos una vida social a la que estábamos acostumbrados a vivir, y esto nos dio vuelta todo“.Si bien el negocio quedó a cargo de Mariángeles, una de sus cuatro hijas, muchos vecinos extrañan a los históricos comerciantes: “cuando vamos hasta el negocio, venimos llorando, porque la gente nos dice ‘quiero que vuelvan’” confiesa Norma. Hernán, por su parte, detalla: “yo me cruzo con gente cuando voy a sacar el auto y me dicen ‘los extrañamos’. Es lógico, son muchos años“. Las claves para seguir trabajandoAl momento de pensar qué fue lo que los ayudó a mantenerse activos por más de 60 años, Hernán reflexiona: “fuimos aprendiendo mucho de mi padre, porque él tuvo el negocio 50 años en Carmen de Areco. Nosotros lo superamos gracias a Dios, pero nos enseñó mucho“.Su mujer, por otro lado, concluye precisando que fue vital el buen trato hacia el vecino y el esfuerzo cotidiano: “son importantes las cosas principales, como el respeto a la gente. Además, tratamos de superarnos, tratando de poner siempre mucho esfuerzo y no bajar los brazos“.