Hace poco más de dos años, el 9 de febrero de 2019, Carlos Weis era secuestrado y asesinado. El propietario de una cantera en la localidad de Azcuénaga fue buscado intensamente durante una semana. Este caso conmocionó a la opinión pública nacional apareciendo en los principales medios del país.Ese febrero quedó en la memoria de todos. Las versiones sobre lo que podría haber pasado cambiaban de un día para el otro; en la Comisaría local más de un vecino llegó con su propia hipotesis con la intención de colaborar en una investigación que parecía no tener rumbo. Sin embargo, el teléfono sonó y todo cambió. Weis había sido asesinado de manera brutal.La desapariciónEl lunes 11 de febrero la pareja de Carlos Weis denunció en la Comisaría local su desaparición. En su relato dejó en claro que el vecino partió en la mañana del sábado 9 de su hogar rumbo a la tosquera que tenía en Azcuénaga en su camioneta Ford. Nunca más volvió.Nada se sabía de Weis, incluso su teléfono celular ya no sonaba. Desde que Carlos se había ido al norte argentino hasta que el domingo a la noche había estado en un baile popular fueron versiones que manejó la Policía. Todas resultaron falsas.La tosquera se rastrilló una y otra vez, donde fuerzas especiales revisaron cada detalle. Sin embargo, el cuerpo de Weis apareció sin vida el 16 de febrero, algo lejos del radar de búsqueda. Dos personas que transitaban un camino rural ubicado entre Azcuénaga y Solís, vieron en una zanja los restos del empresario. El peor final se precipitó.El esclarecimientoLa pista clave para llegar a las detenciones por el Caso Weis la aportó una cámara de seguridad. El sábado 9, un registro fílmico de la localidad de Azcuénaga muestra a la camioneta Ford Ranger del vecino dirigirse a la tosquera de su propiedad. Horas después, la misma camioneta, pasa acompañada de otro móvil en dirección para Solís.La Policía miró el registro una y otra vez luego de que el cuerpo de Weis apareciera sin vida el 16 de febrero. Un detalle fue crucial: en la caja de la camioneta de la víctima había un bulto tapado con una bolsa negra. Era el cuerpo del empresario.Esa secuencia fue el puntapié inicial para los investigadores liderados por el fiscal Illanes. La camioneta Chevrolet C20 que acompañaba a la de Weis fue identificada. Inmediatamente el juez de la causa aceptó el cruzamiento de llamadas y la apertura de antenas, acción que abrió más puertas.El sábado 9, el socio de la víctima, Jorge Taramasco (48), habría cruzado varias llamadas con el sujeto de la segunda camioneta, domiciliado en González Catán. Este último tenía relación directa con la tosquera de la sociedad ya que se desempeñaba como chofer de un transporte.Ambos, durante esa mañana, también se habrían comunicado con un sujeto de la localidad de Merlo. Esta tercera persona, con antecedentes penales por delitos menores, también habría llegado a San Andrés de Giles el día que asesinaron a Weis. El trío quedó en el ojo de la tormenta.Viernes agitadoEn la madrugada del 22 de febrero cinco allanamientos se realizaron en simultáneo. Tres en San Andrés de Giles y dos en el conurbano bonaerense. Los procedimientos fueron exitosos para la investigación.El primer lugar en donde la Policía trabajó fue en la casa del socio de Weis. Allí se detuvo al gilense, Taramasco, que tuvo que ser atendido por un cuerpo médico luego de una descompensación. A él se le secuestraron pendrives, una tablet, un gps y una notebook.La localidad de Azcuénaga también tuvo sus movimientos. Dos empleados de la tosquera fueron los apuntados por la investigación. En el lugar no hubo detenidos, pero si se analizó la telefonía celular.En González Catán, partido de La Matanza, los efectivos policiales fueron en busca del transportista, Sergio Limongi (42), que llegó a Giles en su Chevrolet C20. El resultado fue contundente: del sitio se llevaron al sujeto y quedó secuestrada la camioneta.El último allanamiento fue revelador. En Merlo, los investigadores detuvieron al tercer integrante de la supuesta sociedad delictiva: Alfredo Díaz (43). En el hogar estaba el arma que Carlos Weis llevaba en su camioneta.¿Cómo mataron a Weis?Casi un año después, el modus operandis sigue siendo un misterio. Las versiones se cruzan entre los detenidos como así también las responsabilidades. La Policía, en medio de la investigación, dio su punto de vista.Los detenidos del Gran Buenos Aires habrían indicado que ellos se encontraron con Weis sin vida cuando llegaron a la tosquera. Mientras que Taramasco defiende su inocencia en el caso negando con contundencia todos los hechos.La Policía declaró en su momento, que para ellos, Weis fue arrojado sin vida a la zanja. La autopsia determinó que el vecino fue golpeado brutalmente. Una fuerte conmoción en la zona de la cabeza le habría causado la muerte.La camioneta perdidaUna cámara de seguridad de Carlos Keen tomó a la Ford Ranger de Weis pasar por el lugar en compañía de la Chevrolet C20 color bordó. Ese fue el último registro del vehículo.Si bien los investigadores fueron por la camioneta, esta nunca se encontró. El paradero del rodado sigue siendo un misterio en la causa. Algunos creen que fue desmantelada en un desarmadero del Gran Buenos Aires.Prisión domiciliariaTaramasco fue el único de los detenidos que logró la prisión domiciliaria. La Sala III de la Cámara Penal de Mercedes fue la que dictaminó el beneficio. Según explicitó la resolución del viernes 27 de septiembre de 2019, lo que motivó el fallo fueron cuestiones médicas. El sospechoso padece una afección cardíaca.En la actualidad, el vecino gilense espera en su domicilio el juicio donde se sabrá si tuvo participación o no en el crimen de su socio. La Policía vigila su permanencia en el domicilio, mientras que por pedido de la justicia debe hacerse chequeos médicos para que se evalúe su estado de salud.El juicioPor el momento no hay información certera sobre una posible fecha para el juicio oral del caso policial más resonante de la historia reciente gilense.Todo venía lento y la pandemia hizo lo suyo. Juzgados cerrados, trabajo remoto, juicios aplazados, jubilaciones y vacaciones. Nada garantiza que el 2021 sea el año en el que escuchemos un veredicto sobre el caso. Incluso, fuentes consultadas por Infociudad, coinciden en que la espera podría ser mayo aún. El Caso Weis, por ahora solo es noticia cada febrero cuándo los gilenses recordamos la triste partida de nuestro vecino.