La sala de producción del viejo edificio de FM Vall se mantuvo intacta por años. Discos, cassettes y hasta equipos de añares se conservaron en un espacio reducido ambientado por muebles que serían de 1960 o por ahí. En algún momento, y cuando Don Héctor Valli dirigía el medio, ese era el lugar para tomar algún mate o comer una factura. Todo se tenía que hacer con extremo cuidado y en pocos minutos.Los años pasaron, Don Héctor nos dejó de forma repentina, y la radio fue tomando otro rumbo que se aggiorno a la época. La mística siguió pero las libertades fueron otras. De hecho, la sala de producción paso a ser un pequeño depósito poco habitado por los integrantes del medio. Dos por tres, alguno cruzaba la frontera para guardar algún diario o un objeto que pasaba a una especie de museo.Cuándo la obra de la nueva radio ya estaba encaminada, un día se me ocurrió pasear por la sala de producción para observar esos tesoros. Descubrí una vitrola, varios discos de músicos de prestigio, computadoras de fines de siglo pasado, radios, micrófonos y una caja llena de fotos, entre otros elementos de importante valor sentimental. Esta última fue un tesoro que añoré días enteros. Ahí se escondía una parte de la historia de nuestro deporte.Cientos de retratos del TC Regional y Turismo 4000 argentino en una caja llena de tierra que seguramente pertenecía a los programas “Rugir de Motores” o “Locos por los fierros”, dos clásicos de la emisora que comandaron Anibal Gauna y Anselmo Luraschi respectivamente. No lo dudé, en un par de días y frente a la computadora me encargué de digitalizar una por una las fotos. Años de ensueño reflejaban cada imagen.El Máximo Ponti, la intimidad de los boxes, festejos alocados, autos emblemáticos, rivalidades que duraron años, podios, hinchas y talleres; todo en un álbum que vaya a saber uno donde andará ahora en su formato original. Mirar cada foto es teletransportarse a una época que se recuerda con nostalgia, que transmitía felicidad y simbolizaba la hermandad.En esta primera parte les mostramos algunos de los pilotos locales que se lucieron en los circuitos de la zona. Claro que faltan y muchos, pero el archivo que encontramos los tiene solo a ellos en esa temporada 1999. Seguro, en los próximos días, iremos dando a conocer más imágenes de una época donde el pueblo gilense aceleraba con los dos pies.