Ciudad
Matías Boero: “Basta del ´siempre fue así´”
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Redacción Infociudad
Nota de opinión
Marzo del 2020, San Andrés de Giles, Argentina. Es clave que de antemano sepamos contextualizar y ubicar temporalmente la siguiente nota de opinión para así poder llegar a conclusiones compatibles con los debates y cuestionamientos que nos toca atravesar.En los últimos años se ha hecho evidente una innumerable suma de falencias y deficiencias inadmisibles y contraproducentes para el desarrollo cultural, artístico y social de nuestra comunidad. El ejemplo más reciente son los deslucidos carnavales y sus celebraciones, que por empezar se realizaron en una fecha inadecuada (los dos feriados destinados para los festejos de los mismos no fueron utilizados) y que concluyeron con intercambios de opiniones y agravios entre vecinos a través de las redes sociales, consecuencia de la falta de seriedad con la que se encaró el proyecto.Sumémosle también eventos ya clásicos, como por ejemplo “Esperando al 30”, cuyas últimas ediciones evidenciaron una deplorable organización, y la versión 2019 no llegó ni siquiera a gestarse, argumentando el Municipio la falta de presupuesto y no contemplando la multiplicidad de alternativas que pueden implementarse ante tal panorama.Sumémosle la falta de fomentación de espacios para el desarrollo de artistas. Hoy en día ninguna banda musical local tiene un lugar en donde tocar y ni hablar de recibir una remuneración por su trabajo, a no ser que se efectúe un show en un ámbito privado. Dichos espacios serían propicios para el desarrollo de otras disciplinas artísticas, tales como la fotografía, la edición de videos, la participación de emprendedores locales, artesanos, sonidistas, iluminadores y un sinfín de roles necesarios para el desarrollo de este tipo de propuestas.Es admirable como las ciudades aledañas han podido mejorar notablemente en esta cuestión, poniendo como destacable ejemplo a la ciudad de Mercedes: realizan un evento por mes en el cual rotan la participación de artistas locales y donde la audiencia se multiplica fecha a fecha. En los últimos meses tuve la oportunidad de asistir a varias de sus propuestas (Fiesta de la Cerveza, Festival de los Food Trucks, Fiesta del Salame, Fiesta del Durazno, Mercedes Rock, etc.) y el acompañamiento de autoridades y vecinos resulta notable.Sumémosle el inadecuado acompañamiento a los eventos educativos de índole artístico, claves para el desarrollo de habilidades y talentos de los jóvenes, citando la parte artística de los Torneos Juveniles Bonaerenses o la Muestra Distrital de Arte, en donde el aporte mínimo de un sonido digno y acorde a las producciones realizadas por los chicos pudiera contribuir a una mejor trayectoria educativa de los estudiantes.Y no nos olvidemos de sumar la falta de predisposición con las ideas y proyectos que facilitan los propios vecinos, que normalmente son desechados o llevados a cabo precariamente como se ha naturalizado. Al ser organizador del Revival he vivido de cerca esta falencia a la hora de intentar sumar nuevos elementos y disciplinas al espectáculo. Como la realización del mismo data del año 2006 y se ha convertido en una fecha fija anual del calendario de eventos en el Centro Municipal de Cultura (aunque llamativamente nunca figure en los flyers publicitarios generados por la Secretaría de Cultura), nunca estuvo en cuestionamiento su realización, aunque si los elementos que lo acompañan.Entiendo que la ciudad mantiene vigente una fuerte tradición conservadora, pero con la enorme cantidad de personas idóneas y entusiastas para el trabajo en estos cambios tan necesarios, con la gran cantidad de artistas de alto nivel que contamos, con la numerosidad de jóvenes talentos capacitándose continuamente y con un público que merece y necesita una cultura activa para su mejor desarrollo, no nos podemos dar el lujo de seguir en esta senda, alentados por los mismos comentarios retrógrados de siempre tales como “Siempre fue así”, “No pidan más de lo que tenemos” o “No hay plata”.Es nuestra comunidad la que luego tiene que tolerar y padecer las consecuencias de este estancamiento sociocultural, para ello volvamos a citar el ejemplo de los carnavales: detengámonos en el caso de la carroza con un título ofensivo y como se excusaban expresando sin pudor alguno que “le daban alegría al pueblo” o alguna barbaridad similar o, peor aún, personas poco empáticas defendiendo y celebrando esas burlas. Adultos que se mofan de cosas que visiblemente no terminan de comprender y mantienen actitudes que uno como docente luego busca erradicar de los nenes en el aula. Que increíble paradoja.Por todo esto es que al principio de la nota señalaba la fecha y el lugar en la cual fue escrita y publicada. Somos contemporáneos a una época de cambios importantísimos para el futuro de nuestro desarrollo social y necesitamos salir urgentemente de este estancamiento, otorgándole participación y opinión a los jóvenes y sumando ideas frescas e innovadoras para lograr tal avance. Basta del “siempre fue así” … no, ya no es más así, y necesitamos empezar a hacer las cosas sin displicencia y como corresponden en pos de un verdadero y profundo cambio.Matías Boero, Músico y Docente. Organizador del Revival.
Marzo del 2020, San Andrés de Giles, Argentina. Es clave que de antemano sepamos contextualizar y ubicar temporalmente la siguiente nota de opinión para así poder llegar a conclusiones compatibles con los debates y cuestionamientos que nos toca atravesar.En los últimos años se ha hecho evidente una innumerable suma de falencias y deficiencias inadmisibles y contraproducentes para el desarrollo cultural, artístico y social de nuestra comunidad. El ejemplo más reciente son los deslucidos carnavales y sus celebraciones, que por empezar se realizaron en una fecha inadecuada (los dos feriados destinados para los festejos de los mismos no fueron utilizados) y que concluyeron con intercambios de opiniones y agravios entre vecinos a través de las redes sociales, consecuencia de la falta de seriedad con la que se encaró el proyecto.Sumémosle también eventos ya clásicos, como por ejemplo “Esperando al 30”, cuyas últimas ediciones evidenciaron una deplorable organización, y la versión 2019 no llegó ni siquiera a gestarse, argumentando el Municipio la falta de presupuesto y no contemplando la multiplicidad de alternativas que pueden implementarse ante tal panorama.Sumémosle la falta de fomentación de espacios para el desarrollo de artistas. Hoy en día ninguna banda musical local tiene un lugar en donde tocar y ni hablar de recibir una remuneración por su trabajo, a no ser que se efectúe un show en un ámbito privado. Dichos espacios serían propicios para el desarrollo de otras disciplinas artísticas, tales como la fotografía, la edición de videos, la participación de emprendedores locales, artesanos, sonidistas, iluminadores y un sinfín de roles necesarios para el desarrollo de este tipo de propuestas.Es admirable como las ciudades aledañas han podido mejorar notablemente en esta cuestión, poniendo como destacable ejemplo a la ciudad de Mercedes: realizan un evento por mes en el cual rotan la participación de artistas locales y donde la audiencia se multiplica fecha a fecha. En los últimos meses tuve la oportunidad de asistir a varias de sus propuestas (Fiesta de la Cerveza, Festival de los Food Trucks, Fiesta del Salame, Fiesta del Durazno, Mercedes Rock, etc.) y el acompañamiento de autoridades y vecinos resulta notable.Sumémosle el inadecuado acompañamiento a los eventos educativos de índole artístico, claves para el desarrollo de habilidades y talentos de los jóvenes, citando la parte artística de los Torneos Juveniles Bonaerenses o la Muestra Distrital de Arte, en donde el aporte mínimo de un sonido digno y acorde a las producciones realizadas por los chicos pudiera contribuir a una mejor trayectoria educativa de los estudiantes.Y no nos olvidemos de sumar la falta de predisposición con las ideas y proyectos que facilitan los propios vecinos, que normalmente son desechados o llevados a cabo precariamente como se ha naturalizado. Al ser organizador del Revival he vivido de cerca esta falencia a la hora de intentar sumar nuevos elementos y disciplinas al espectáculo. Como la realización del mismo data del año 2006 y se ha convertido en una fecha fija anual del calendario de eventos en el Centro Municipal de Cultura (aunque llamativamente nunca figure en los flyers publicitarios generados por la Secretaría de Cultura), nunca estuvo en cuestionamiento su realización, aunque si los elementos que lo acompañan.Entiendo que la ciudad mantiene vigente una fuerte tradición conservadora, pero con la enorme cantidad de personas idóneas y entusiastas para el trabajo en estos cambios tan necesarios, con la gran cantidad de artistas de alto nivel que contamos, con la numerosidad de jóvenes talentos capacitándose continuamente y con un público que merece y necesita una cultura activa para su mejor desarrollo, no nos podemos dar el lujo de seguir en esta senda, alentados por los mismos comentarios retrógrados de siempre tales como “Siempre fue así”, “No pidan más de lo que tenemos” o “No hay plata”.Es nuestra comunidad la que luego tiene que tolerar y padecer las consecuencias de este estancamiento sociocultural, para ello volvamos a citar el ejemplo de los carnavales: detengámonos en el caso de la carroza con un título ofensivo y como se excusaban expresando sin pudor alguno que “le daban alegría al pueblo” o alguna barbaridad similar o, peor aún, personas poco empáticas defendiendo y celebrando esas burlas. Adultos que se mofan de cosas que visiblemente no terminan de comprender y mantienen actitudes que uno como docente luego busca erradicar de los nenes en el aula. Que increíble paradoja.Por todo esto es que al principio de la nota señalaba la fecha y el lugar en la cual fue escrita y publicada. Somos contemporáneos a una época de cambios importantísimos para el futuro de nuestro desarrollo social y necesitamos salir urgentemente de este estancamiento, otorgándole participación y opinión a los jóvenes y sumando ideas frescas e innovadoras para lograr tal avance. Basta del “siempre fue así” … no, ya no es más así, y necesitamos empezar a hacer las cosas sin displicencia y como corresponden en pos de un verdadero y profundo cambio.Matías Boero, Músico y Docente. Organizador del Revival.
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