Luego de 227 partidos, la Liga Local de Clubes cerró una gran temporada el pasado domingo. Las promociones le pusieron el broche de oro a un torneo que ganó en paridad, rendimiento, seriedad organizativa y emoción.Villa Espil es de primeraEn el primer encuentro fue Villa Espil (B) el que dio el gran golpe. Luego de malograr una chance por el ascenso -perdió con Colón el partido único- sorprendió al Hogar (A) para arrebatarle su lugar en la máxima categoría.La Villa fue el gran protagonista del año. Jugó la final del Clausura, aunque sin suerte, y fue el que más puntos sacó de la tabla general de la Serie B. El Hogar tuvo un torneo Apertura de ensueño, jugando la final; pero en la segunda mitad del año se desinfló quedando en la zona naranja.El partido se jugó con dientes apretados. El Hogar comenzó ganando pero Villa Espil se recuperó con un segundo tiempo a pura efectividad. Los pibes de la localidad lo dieron vuelta para sellar el 2 a 1 y conseguir así el pase a la Serie A en el 2020. Gran campaña que tuvo su premio.Villa Espil se ganó un lugar en primera.A la primera goleandoSolís (B) – San Martín (A) fue la segunda promoción de la temporada. Los muchachos del pueblo jugaron el mejor partido del año para lograr el objetivo que se plantearon desde que consiguieron el Torneo Reducido: ascender a la Serie A.El club de la localidad fue regular. Llegó a la final del Apertura, aunque la perdió, y luego quedó afuera sorpresivamente en 1/4 de final del Clausura. San Martín no hizo pie en todo el año, si bien clasificó en el Apertura, su rendimiento no fue cómo el de otras temporadas. De hecho no llegó a los Playoff del Clausura. Esta merma se notó en la promo.La localidad llegó con plantel completo y hambre de gloria, el club céntrico con bajas sensibles y el ánimo por el suelo. Esta diferencia se evidenció en el campo con una contundente goleada por 5 a 1 a favor de Solís que jugará la Serie A 2020. El Santo, uno de los históricos de la liga, baja a la Serie B por primera vez.